Solo uno de cada 10 castellonenses puede recibir agua de desaladora

Castellón no es ajena a la sequía con dos de sus sistemas hídricos, en el norte --Sènia-Maestrat-- y el Palancia, en situación declarada de emergencia por escasez. 

Las plantas desaladoras se erigen estos días en este contexto como una alternativa para asegurar el abastecimiento, como ocurre en Cataluña, donde el Gobierno llevará en barco agua desde la instalación ubicada en Sagunt. 

Castellón cuenta con dos de estas infraestructuras, una entre Orpesa y Cabanes y otra en Moncofa, que del mismo modo en un momento dado se podrían erigir como alivio a la sequía. Ahora bien, ambas desaladoras en la actualidad apenas son capaces de suministrar agua a menos de uno de cada diez residentes en la provincia, ya que únicamente abarcan al 7% de la población castellonense.

El problema

Como confirmó a este diario Acuamed, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el problema reside en que por ahora solo cinco localidades de la provincia están conectadas a dichas plantas y, por ende, pueden abastecer a sus ciudadanos de agua desalada. 

Se trata en el caso de la desaladora de Orpesa y Cabanes de estas mismas dos poblaciones que le dan nombre, además de Benicàssim. En el caso de Moncofa ocurre lo mismo, sumándose también Xilxes, aunque «con una pequeña actuación de conexión pendiente», matizan las fuentes de la entidad encargada de la gestión. Dichas localidades suman 44.731 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), de los 604.086 censados en la provincia.

El organismo dependiente del ministerio que encabeza Teresa Ribera asegura que el actual convenio de gestión contempla el desarrollo de cuatro redes de distribución «que permiten reconvertir estas desaladoras de un ámbito puramente local a otro comarcal». 

Solución a futuro

La materialización de las nuevas canalizaciones, para la que no se concreta plazo, supondrá un salto importante, pues sumará a un número considerable de localidades que podrán recibir esta agua: les Alqueries, Betxí, Burriana, la Llosa, Moncofa, Nules, Onda, la Vall d’Uixó, Vila-real, la Vilavella, Castelló, Atzeneta, Benafigos, Culla, Torre d’en Besora, les Useres, Vilar de Canes, Benlloc, Cabanes, la Pobla Tornesa, la Torre d’en Doménec, Vall d’Alba, Vilafamés y Vilanova d’Alcolea. No obstante, habrá que lidiar también con el rechazo total de algunas poblaciones a usar esta agua al tener un coste más elevado.

La financiación y ejecución de las canalizaciones está pendiente de la tramitación de un convenio con el nuevo Consorcio Provincial de Aguas de Castellón, fruto de la unión de sendos consorcios existentes en la provincia, el de Pla de l’Arc y de la Plana. Desde Acuamed esperan firmarlo «en breve».

A la falta de conexiones se suma, como recogió este diario, la infrautilización de las plantas, pues actualmente trabajan muy por debajo de su capacidad. 

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