Sanidad estudia nuevas restricciones tabaco mientras los ingresos por ventas suben en Castellón

La Unión de Estanqueros rechaza subir precios y homogeneizar las cajetillas porque no disuade de fumar y fomenta el contrabando

El gobierno estudia implantar las cajetillas de tabaco genéricas

El gobierno estudia implantar las cajetillas de tabaco genéricas

Carmen Tomás Armelles

Carmen Tomás Armelles

El Ministerio de Sanidad abordará este jueves con las comunidades autónomas nuevas restricciones al consumo de tabaco. En el último año en la provincia de Castellón los ingresos derivados por la venta de tabaco se incrementaron en 8,17 millones de euros mientras que las ventas sufrieron un ligerísimo retroceso, permaneciendo prácticamente congeladas.

En concreto, el año pasado las ventas por tabaco ascendieron a 176,734 millones de euros, lo que supone un 4,85% más que en el 2022. Por lo que respecta a las ventas, han disminuido un 2,12%. En concreto, se vendieron 30,9 millones de cajetillas, lo que supone un descenso del 1,5%. La media fue de casi 85.000 paquetes diarios. En este descenso ha podido tener que ver con la inflación, mientras que el tabaco de liar creció un 1,9%.

Entre las medidas que baraja el Gobierno se encuentra implantar una cajetilla de tabaco genérica. En este sentido, el presidente de la Unión de Estanqueros en Castellón, Arturo Bort, declaró que "en los países donde se han cambiado no se ha reducido el consumo". Respecto a la posibilidad de subir los precios, que plantea el Ejecutivo, señaló que la gente no va a dejar de fumar y lo que se va a hacer es favorecer el contrabando, pues los sueldos en España no son tan elevados como para subir más los impuestos al tabaco. "Si el tabaco legal sube mucho, va a florecer más el ilícito", objetó.

Con el nuevo plan antitabaco el Gobierno pretende que España vuelva a ser pionera y, entre otras medidas, contempla la ampliación legislativa de los espacios sin humo de tabaco y sin aerosoles de cigarrillos electrónicos y productos relacionados en determinados ambientes comunitarios y sociales al aire libre; y, añade, "en ciertos espacios del ámbito privado especialmente aquellos con presencia de menores". En ese sentido, Bort apuntó que "si son zonas comunes cerradas hay que respetar, pero consideró una locura prohibir fumar espacios abiertos como terrazas de cafeterías, en un país con las horas de sol y clima, que tiene España, por lo que apeló al respeto desde la libertad.