El grupo interesado en Marie Claire solo quiere comprar la fábrica y no asumirá la deuda

 C2 Private Capital pretende rescatar por fases a la plantilla de Vilafranca  y reformar la nave

Fachada de Marie Claire, en Vilafranca.

Fachada de Marie Claire, en Vilafranca. / GABRIEL UTIEL

Elena Aguilar

Elena Aguilar

C2 Private Capital, el fondo madrileño que ha presentado una oferta en firme para comprar Marie Claire, empieza a destapar sus cartas. La compañía, que en los últimos días ha mantenido una reunión con los representantes de los trabajadores para informarles de la oferta, pretende adquirir solamente la unidad productiva ubicada en Vilafranca (maquinaria, plantilla y marca incluidos) y no asumirá la deuda de la compañía, que se acerca a los 40 millones de euros.

El hecho de que en la oferta presentada por este grupo inversor ante el juzgado de lo Mercantil número 1 de Castellón se excluyan las deudas (el principal acreedor de Marie Claire es el Instituto Valenciano de Finanzas, que le prestó 21 millones en condiciones muy ventajosas) no resulta nada fuera de lo común. Fuentes jurídicas explican que lo normal cuando un inversor lanza una operación para adquirir una empresa en concurso (la textil de Els Ports lo está desde el pasado septiembre) es que solo compre los activos (maquinaria, propiedades, existencias, derechos de cobro... ), mientras que el pasivo se queda en la sociedad concursada. El dinero obtenido de la venta se destinará a pagar parte de la deuda.

Desde C2 Private Capital han trasladado a los representantes de los trabajadores que su intención es «salvar» la empresa y el empleo en la comarca. De hecho, este grupo tiene intención de reformar la fábrica de Vilafranca (se trata de unas instalaciones bastante obsoletas y con maquinaria antigua) y empezar a producir cuanto antes medias, pijamas y ropa interior. 

La fecha clave

Pero antes de que todo eso suceda, tienen que cumplirse toda una serie de trámites. El primero y más importante es que el administrador concursal de la textil revise la propuesta de compra y emita informe sobre la viabilidad y la solvencia de la misma. La oferta también tiene que contar con el visto bueno de los acreedores (pueden presentar alegaciones) y, finalmente, con la aprobación de la titular del juzgado de lo Mercantil que tiene de plazo hasta el 8 de abril para autorizar (o no) la operación.

Si la jueza da el visto bueno a la compra de la unidad productiva de Marie Claire, la intención de los inversores es poner en marcha cuanto antes las máquinas y empezar a producir. Para ello rescataría a los 72 trabajadores de la fábrica que se encuentran en ERTE (concluye el próximo 31 de marzo, pero es probable que se amplíe otros tres meses más) y lo haría por fases. Los primeros en volver al trabajo serían el personal de seguridad y mantenimiento de la maquinaria para, poco a poco, retomar una actividad que está completamente parada desde principios del pasado verano. 

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