Los desahucios se desploman a mínimos históricos en Castellón en el último año

Caen un 40% durante 2023, el doble que en el promedio en el ámbito nacional

Los embargos de viviendas habituales pasan de 447 en el ejercicio de 2022 a 279

Imagen de archivo del embargo finalmente fallido a una vivienda afectada por los accesos sur a PortCastelló.

Imagen de archivo del embargo finalmente fallido a una vivienda afectada por los accesos sur a PortCastelló. / Manolo Nebot

Maribel Amoriza

Maribel Amoriza

España nunca ha registrado menos desalojos de viviendas y Castellón no es una excepción. Solo entre 2022 y 2023 el número de desahucios ha descendido en términos relativos casi un 40%. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), relativos al último ejercicio económico completo, el año pasado se registraron 279 lanzamientos de viviendas habituales frente a los 447 del precedente. Se trata de una tendencia que no es privativa de estos doce meses, sino que viene produciéndose desde el 2014, hasta donde llegan los datos del INE.

El máximo de la década

En aquel momento, los desalojos de hogares habituales alcanzaron la cifra de 2.121, la más elevada de la serie histórica. Esta evolución constante a la baja se produce en un momento en el que la lucha contra el fenómeno de la okupación se ha intensificado, así como comparte contexto con normativas que han tratado de proteger a los colectivos más desfavorecidos de la eventualidad de perder sus hogares por falta de pago.

Imagen de archivo de un desahucio en Castellón

Imagen de archivo de un desahucio en Castellón / Mediterráneo

En cualquier caso, el tiempo en el que los desahucios por el impago del alquiler eran casi una anécdota y la inmensa mayoría se producía, en Castellón y en el resto del país, como consecuencia de no abonar las cuotas de las hipotecas, han pasado a la historia

Más por alquiler

Por un lado, las compras al contado de la casa han crecido al calor del incremento casi desbocado de los tipos de interés bancarios --hasta dos de cada tres se compran en la provincia a tocateja como informó Mediterráneo, muchas como inversión--, en un contexto de caída de las adquisiciones en general por las dificultades crecientes para acceder a la financiación bancaria o bien por no contar con los ahorros suficientes.

Por otra parte, el auge del mercado del alquiler, en el que la demanda supera con mucho a la oferta ha llevado que los precios se disparen incluso en Castellón, con el resultado final de que la mayor parte de los desahucios son ya por no pagar la renta.

Otros inmuebles

Además de dar cuenta de los hogares desalojados, las estadísticas del INE describen cuántos solares de naturaleza urbana han sido embargados en Castellón en el último año y cuál es la evolución de estos procesos judiciales, que suman también la cifra más baja de la última década, con solo 16, frente a los 26 del ejercicio precedente y los 103 de 2014.

En lo que se refiere al ámbito de los bienes de naturaleza rústica, se repite el patrón del hundimiento de los casos que terminan con embargos y en los juzgados. Según el Instituto Nacional de Estadística, la provincia de Castellón ha pasado de 282 fincas rústicas embargadas hace diez años a únicamente 40 en el caso de 2023, de manera que el indicador también está en mínimos históricos.

Descenso de récord también en España

El número total de inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias sobre vivienda habitual se redujo un 21% en España en 2023, lo que representa la mayor caída desde 2018, según los datos facilitados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Una caída que, pese a ser muy destacada, se sitúa en la mitad de la registrada en Castellón, que alcanza un 40%

La cifra de embargos sobre todo tipo de bienes inmobiliarios que se iniciaron en el último año fue de 19.270, lo que supuso un 26,7% menos que en 2022, en una evolución a la baja más acusada que en el caso de las viviendas habituales.

De los 11.285 hogares de personas físicas con ejecución hipotecaria en 2023, 9.248 eran habituales en propiedad, un 21% menos, y 2.037 no eran residencia habitual de los propietarios, un 22,5 % inferior.

En cuanto al estado de la vivienda, el 8,9 % de las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas en 2023 fueron sobre nuevas, y el 91,1% sobre usadas; en el primer caso se redujeron un 44,7%, y en el segundo, un 20,9%. Por lo que respecta al año de inscripción de la hipoteca, el 15,1 % de las ejecuciones fueron por hipotecas constituidas en el año 2007.

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