Europa clausura las casetas municipales de animales muertos y cada granja de Castellón deberá tener la suya

Los camiones irán a cada explotación a recoger los cadáveres y los ganaderos avisan que en muchos sitios tendrán que atravesar los pueblos

Granja de pavos en les Coves de Vinromá. Cada explotación tendrá que tener contenedores para animales muertos.

Granja de pavos en les Coves de Vinromá. Cada explotación tendrá que tener contenedores para animales muertos. / MEDITERRÁNEO

Elena Aguilar

Elena Aguilar

El sistema se instauró hace casi 40 años, pero ahora tiene los días contados. Cuando en cualquiera de las 1.500 explotaciones ganaderas que hay en Castellón muere un animal, el profesional deposita el cadáver en una caseta municipal (hay más de 60 repartidas por la provincia) y un camión se encarga a diario de 'peinar' todas estas instalaciones y retirar los cuerpos. Desde el próximo mes de mayo, y de una manera gradual, este esquema desaparece, las casetas municipales se van a ir cerrando y cada granja estará obligada a tener sus propios contenedores. Un cambio que, además de afectar al bolsillo de los ganaderos, acabará repercutiendo en todos los habitantes del interior. «Los camiones tendrán que ir granja por granja a recoger los animales y en muchos lugares pasarán por dentro del pueblo. Y lo harán cargados de animales muertos», avisan los propietarios de varias explotaciones que señalan que el impacto «será brutal».

Aunque es la Conselleria de Agricultura la que va a ejecutar el cierre de las casetas municipales donde se depositan los animales muertos, la orden viene de mucho más arriba. Una normativa europea obliga a poner fin a un sistema único en España (en el resto de provincias cada granja tiene sus propios contenedores) y a instaurar otro que el sector de Castellón estima que estará plenamente vigente durante el mes de julio.

Pero más allá del perjuicio que este cambio va a suponer en el sector (la Conselleria tiene previsto subvencionar hasta el 60% del coste de los contenedores), los ganaderos avisan de las consecuencias que va a tener el cambio del sistema de depósito y recogida de animales muertos. «Hay municipios del interior donde el impacto será importante. Catí, por ejemplo, tiene más ganado porcino que toda la provincia de Alicante y les Coves de Vinromà, también. Y que el camión tenga que ir a diario granja por granja a retirar los cadáveres implicará sí o sí que tenga que atravesar por el interior de muchos pueblos», lamentan varios ganaderos de la provincia. 

El malestar y la preocupación en el sector es palpable y se pregunte a quien se pregunte la respuesta es la misma. «Si esos mismos camiones cargados de animales muertos tuvieran que circular por la avenida Hermanos Bou de Castelló seguro que nadie lo permitiría. El problema es que al interior se le ningunea», denuncian los ganaderos que recuerdan que en verano «los pueblos del interior multiplican sus habitantes y esos veraneantes van a ver como por delante de sus narices pasan a diario vehículos cargados con cientos de cadáveres de cerdos o pollos».

Reunión con la Conselleria

Si para los propietarios de las instalaciones el nuevo sistema de recogida de animales muertos es un reto, también lo es para los ayuntamientos. De hecho, este miércoles la Conselleria ha convocado en Castelló a los alcaldes de las localidades más afectadas para explicarles en qué va a consistir el nuevo método, los plazos y las ayudas que va a poner en marcha la administración. «A muchos alcaldes el tema les inquieta», dicen las mismas fuentes. 

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