PSPV: Los socialistas de Castellón aspiran a una representación justa con cargos de peso en la ejecutiva

La idea de Morant de un reparto ‘matemático’ no favorecería a la provincia de Castellón

Rafa Simó y Tania Baños son dos de  los nombres que suenan para repetir

Diana Morant, el secretario provincial, Samuel Falomir; la alcaldesa de la Vall, Tania Baños y el alcalde de Montanejos.

Diana Morant, el secretario provincial, Samuel Falomir; la alcaldesa de la Vall, Tania Baños y el alcalde de Montanejos. / Mediterráneo

Maribel Amoriza

Maribel Amoriza

Cuenta atrás para un congreso que será, seguro, más tranquilo de lo que se planteaba en un principio, cuando había tres aspirantes para liderar el PSPV, pero el hecho de que la nueva secretaria general está decidida, Diana Morant, y de que no habrá pelea entre listas diferentes para la ejecutiva no quiere decir que las tensiones para ocupar cuanta más cuota mejor en la dirección de País vayan a desaparecer por completo.

Ni siquiera será así teniendo en cuenta que dos de los cargos clave están también asignados a los que fueron inicialmente competidores de la también ministra de Ciencia y Universidades, el valenciano Carlos Fernández Bielsa como vicesecretario general y el alicantino Alejandro Soler como presidente del partido.

A partir de este eje, Diana Morant ha dejado caer dos claves de cómo quiere que se lleve a la práctica la confección de la ejecutiva que debe acompañarle al frente del PSPV. Por un lado, ha trascendido, como publicó Mediterráneo, que aspira a hacer un reparto matemático en una apuesta por ajustar el peso de los poderes territoriales y los barones y distribuir numéricamente la ejecutiva en función de esta representación. A partir de ahí, que cada grupo decida sus nombres y luego, ya al final, acordar la función de cada uno.

El hecho es que Castellón es la provincia con menos peso por su tamaño --son 49 delegados de un total de 448, es decir, apenas el 11%-- y, además, los barones más destacados, tras la salida de Ximo Puig de la ecuación oficial son de Valencia y Alicante, de manera que seguir a rajatabla este modo de calcular dejaría en una posición de debilidad a la provincia que lidera Samuel Falomir.

Respaldo a la ministra

Un territorio que, empezando por el propio Falomir, ha apoyado desde el inicio la opción de Morant mayoritariamente, teniendo en cuenta, además, que ni Soler ni Bielsa arrastran aquí a ningún gran colectivo de afiliados. 

La segunda clave, con los plazos apretando, ya que el congreso tendrá lugar en Benicàssim el próximo fin de semana, pasa por que la nueva lideresa quiere evitar las noches maratonianas de negociaciones internas durante el cónclave y quiere, por el contrario, llegar al sábado, cuando se votará la ejecutiva, su ejecutiva, con todo atado y bien atado.

En este contexto, cargos de Castellón significativos aspiran a que su territorio obtenga una representación justa en la nueva dirección que, además, implique ocupar puestos significativos y no de relleno, y no por parte de cualquiera. Quieren que la renovación deje fuera a «los de toda la vida» y que sean más jóvenes y «enfocadas en el proyecto y no en el personalismo» los que ostenten la responsabilidad en la vida orgánica.

Los nombres

Ya se ha deslizado el nombre de la alcaldesa de Sant Mateu, Ana Besalduch, como una de las variadas opciones para ocupar el puesto estrella por definir, la secretaría de Organización, lo que supondría un equilibrio territorial simbólico de calado.

En realidad, nada se sabe todavía. De los castellonenses que están hasta el fin de semana en la dirección del PSPV, Tania Baños, Rafa Simó, Artemi Rallo, José Luis López, Soledad Ten, Mª José Salvador y Francesc Colomer, serían los dos primeros, Baños y Simó, algunos de los que más suenan para repetir. Como nuevos miembros de este territorio, podrían estar el secretario de Organización provincial, Joan Morales, y Mariví Garrido, vicesecretaria de Igualdad, ambos de la entera confianza de Samuel Falomir.

En el caso de Morales, pesaría la incompatibilidad de su cargo actual con otro en la ejecutiva, salvo que pudiera encajar en el 10% de personas que la propia dirección puede exonerar de esta circunstancia, aunque es ya el caso también de los secretarios provinciales de Alicante y Valencia.

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