Los tres objetos que más pierden los castellonenses

Llaves, carteras con documentación y gafas son las reinas de la oficina de objetos perdidos del Ayuntamiento de Castelló que se encuentra en Tetuán XIV y que gestionan Rosa Inglado, Carmen Chabrera y María Torres.

Recogen una media de seis piezas al día según confirman los datos de 2022 y 2023 ya que son más de 4.000 objetos --ver cuadro adjunto a la información-- los que durante esos dos años han llegado a estas dependencias y entre los que destacan, también, tarjetas bancarios, DNI, teléfonos móviles o incluso carritos de bebé, mochilas, ipads o «multitud de maletas que la gente olvida en la estación o en otros lugares de la ciudad». A esta cantidad se suman los 400 que la oficina ha recogido durante el pasado mes de enero de este año 2024.

«Nos traen objetos de todo tipo que custodiamos y entregamos a sus propietarios cuando vienen a buscarlos», explican Chabrer y Torres. Sin embargo, no siempre regresan a sus dueños y su estancia en la oficina municipal tiene fecha de caducidad.

¿Y los objetos no reclamados?

En el caso de que se traten de objetos que no tengan valor, una vez pasados tres meses de su depósito, se procede a su donación a una entidad benéfica o a su destrucción. «Por ejemplo, las gafas las llevamos a la asociación Youcanyolé para que puedan ser aprovechadas por otras personas que las puedan necesitar y la ropa que está en buen uso, a la asociación Ayuda a Ucrania», comentan ambas funcionarias al periódico Mediterráneo. Precisamente hace una semana, las responsables de este recinto donaron algunas de estas piezas a entidades sociales o las llevaron al ecoparque para su eliminación por haber transcurrido ese trimestre preceptivo sin ser reclamadas por nadie. 

Si son objetos de valor, estos son custodiados, al menos, durante dos años. Pasado este tiempo, si no ha sido recogido por su legítimo propietario, los depositarios podrán reclamarlo.

Esta oficina de objetos perdidos que está abierta de lunes a viernes de 9.00 a 14.00 horas también recogió, el pasado mes de diciembre una caja con una gran cantidad de llaves que le remitió la Policía Nacional.

«Muchas personas se encuentran llaves por la calle o en otros lugares de la ciudad y las llevan a la comisaría, por lo que los agentes nos las remiten a este espacio para que sigan el proceso de reclamación adecuado y puedan ser devueltas a sus dueños legítimos si las solicitan», explican con detalle Carmen Chabrera y María Torres a este diario. 

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