Efeméride

CD Castellón | 50 años de la final de Copa

Hoy se cumple medio siglo del partido más célebre de la historia del CD Castellón. Los albinegros disputaron su primera y única final de Copa ante el Athletic Club de Bilbao, que venció por 2-0 en el Calderón

Aficionados albinegros, en 1973.

Aficionados albinegros, en 1973. / Mediterraneo

Enrique Ballester

Enrique Ballester

Tal día como hoy, en 1973, el CD Castellón disputó su primera (y a hasta la fecha única) final de Copa. La admiración por la gesta de aquel equipo presidido por Emilio Fabregat, entrenado por Lucien Muller y capitaneado por Luis Cela no ha hecho sino crecer con el paso del tiempo. No en vano, sigue siendo el hito más grande en la historia del club orellut.

Medio siglo después, todo el mundo en Castellón sabe de qué Copa se está hablando cuando se habla de «la final de Copa». No hay otra. La aventura de aquel equipo tan vistoso como competitivo ha conquistado un espacio preferente en la memoria colectiva de la ciudad y la provincia.

El capitán del Castellón, Luis Cela, durante el sorteo inicial en el Calderón.

El capitán del Castellón, Luis Cela, durante el sorteo inicial en el Calderón. / Mediterraneo

Como a veces ocurre en el fútbol, el comienzo de la temporada escondió lo que estaba por llegar. El Castellón, un recién ascendido sin grandes expectativas, perdió el primer partido. También perdió el segundo y el tercero. Empató el cuarto. Cuando en la quinta jornada, por fin, llegó la primera victoria, nadie esperaba, ni siquiera soñaba, algo parecido a lo que ocurrió a partir de entonces. 

El equipo

«¡Claro que no!», remarca Cela en declaraciones recogidas en el Libro del Centenario. Tampoco, cuando el equipo empezó a carburar y a escalar posiciones, hubo en el vestuario una sensación de trascendencia. «Solo nos preocupábamos de jugar», dice el capitán. De jugar bien, cabría añadir. Lo avala Tonín: «Fuimos el equipo que mejor jugó a fútbol aquel año en España». De hecho, al subcampeonato de Copa se añadió la quinta plaza en la Liga.

De aquel Castellón irreverente, los veteranos recuerdan tanto lo que hizo como la manera de hacerlo. Cela y su salida de balón (como centrocampista reconvertido en líbero) eran la base de un equipo que se divertía y divertía a los demás. De derecha a izquierda, con la escolta del fiable Corral en la portería y con permiso de Ferrer (alternaba con la media), acostumbraban a formar Figueirido, Óscar y Babiloni. La presencia del hábil y menudo Figueirido subrayaba en el Castellón esa peculiaridad. 

El estilo

Porque en contra de lo habitual en aquellos años en el fútbol patrio, el Club Deportivo mimaba la pelota, deleitando a la grada y enorgulleciendo a los protagonistas. «No era normal que supiéramos sacar el balón jugado, pero aquel equipo era técnicamente muy bueno», insiste Cela. La zaga combinaba esa habilidad con la contundencia necesaria para competir. «Babiloni era muy físico, y por ahí no pasaba ni Dios. Jugaban bien todos. Y los chavalitos, Planelles y Del Bosque, ni te digo», comenta el capitán. 

En el centro del campo, escoltando la creatividad estelar de Planelles, creció Vicente del Bosque. «Nunca perdía la posición, tenía el campo en la cabeza, aseguraba siempre el pase, era muy regular y los dos se complementaban perfectamente», explica Cela. El «sostén» en la zona era Cayuela y por el flanco izquierdo batallaba Félix, «que jugaba de falso once y en el centro del campo corría por tres».

En la delantera de aquel Castellón asomaba otro de los jóvenes y provinciales del equipo: Tonín, el clásico 7 de la época. «Era muy buen futbolista. Un extremo de categoría, regateador y centrador», señala Cela. El 9 era de Clares: «Buen rematador y muy listo».

A la sapiencia de Muller en el banquillo se añadían Andrés Felices, mucho más que un utillero, el doctor Soria y Quinocho, un emblema que fue defensa antes de gestor y arquitecto de ese equipo junto al presidente Fabregat.

La Copa

«Fue un recorrido bonito», señala Planelles. Aún con la Liga en juego, el Castellón había doblegado con suficiencia al Valladolid en la primera ronda de Copa. Tras finalizar el campeonato liguero comenzó lo serio, la ronda de octavos. Causanilles estampó su nombre en la historia al marcar el único y decisivo gol en Mestalla, en una eliminatoria contra el Valencia que llegó a la prórroga. En cuartos, un triplete de Clares encarriló el cruce con el Betis, y en semifinales brilló Planelles, que marcó los tres goles del doble partido con el Sporting de Gijón. «San Juan Bautista», lo llamaba la prensa local.

Con una gran expectación, al Castellón, lastrado por los problemas físicos de Clares, le pesó la inexperiencia en la final contra el Athletic, coincidieron aficionados, periodistas y los protagonistas. «No fuimos el equipo que solíamos ser», aseveró Planelles. Tras la derrota (2-0), Muller reconoció la «justicia» del resultado: «Hemos jugado al 50% de nuestras posibilidades». 

LA FICHA

Athletic (2): Iribar, Sáez, Larrauri, Zubiaga (Aranguren, min. 72), Guisasola, Rojo II, Lasa, Villar, Antón Arieta (Carlos, min. 74), Uriarte y Rojo I.

Entrenador: Miroslav Pavic.

Castellón (0): Corral, Figueirido, Luis Cela, Babiloni, Óscar, Ferrer (Cayuela, min. 79), Tonín, Vicente del Bosque, Manolo Clares (Ortuño, min. 46), Planelles y Félix.

Entrenador: Lucien Muller.

Goles: 1-0. Min. 27: Arieta II. 2-0. Min. 54: Zubiaga.

Árbitro: Medina Iglesias. 

Tarjetas: Amonestó al albinegro Ferrer.

Estadio: Vicente Calderón. Madrid. Final de la Copa del Generalísimo. Encuentro disputado el 29 de junio de 1973.

El homenaje

El Athletic Club de Bilbao homenajeó ayer al equipo que se proclamó campeón de Copa en 1973, derrotando por 2-0 al Castellón en la final disputada en el Vicente Calderón, con motivo del 50 aniversario del penúltimo título copero conquistado por el conjunto bilbaíno. En el acto, el club albinegro estuvo representado por el periodista y presidente de la comisión delegada para los actos del Centenario del CD Castellón, José María Arquimbau, y el delantero centro de aquel conjunto albinegro, Manolo Clares.

Tras el discurso de bienvenida del directivo del Athletic Igor San Román, Ángel María Villar y Clares agradecieron el reconocimiento y recordaron algunos momentos de aquella final en la que el equipo albinegro «partía como favorito», según destacó el expresidente de la RFEF.

Arquimbau, Clares, Villar y Clemente, en Bilbao, ayer.

Arquimbau, Clares, Villar y Clemente, en Bilbao, ayer. / LUIS TEJIDO

Javier Clemente, Víctor Marro, Daniel Astrain, Txema Lasa, José Mari Igartua, Rafa Viteri, Miguel Navarro, José Miguel Aizpuru, Juan Carlos Vidal, Carlos Ruiz y José Ángel Rojo recogieron una camiseta rojiblanca con sus nombres serigrafiados. También lo hicieron familiares de los fallecidos Félix Zubiaga, Fidel Uriarte y Txutxi Aranguren, recordados en el acto como los también desaparecidos Arieta, Beitia y Estéfano, el entrenador Pavic y los integrantes del cuerpo técnico Venancio, Biritxinaga y Perdiguero.

Arquimbau cubrió la final y, en el periódico Mediterráneo, indicaba en su crónica telefónica que el Castellón había sido un equipo «nervioso y cohibido». «Ni ha sido el Castellón que se esperaba ni el que asombró en (la semifinal) Gijón», señalaba.

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