Reportaje

«No bebe, no fuma, no sale de noche»: la historia de Antenor Ferreira, el primer brasileño del CD Castellón

A las puertas del estreno en Castalia del brasileño Douglas Aurélio, Mediterráneo recuerda el paso por el CD Castellón de un pionero, su compatriota Antenor Ferreira 

Ferreira (izqda), en la presentación del plantel 1960/61 en Castalia, y la información de ‘Mediterráneo’.

Ferreira (izqda), en la presentación del plantel 1960/61 en Castalia, y la información de ‘Mediterráneo’. / Wamba / Libro de Platino / Mediterráneo

Enrique Ballester

Enrique Ballester

El pasado sábado, en el Cerro del Espino y contra el filial del Atlético de Madrid, el brasileño Douglas Aurélio debutó con la elástica del CD Castellón. A las puertas de su probable estreno en Castalia, el domingo en el duelo contra el Ceuta, Mediterráneo recuerda el paso por el equipo orellut de su compatriota Antenor Ferreira: primer brasileño y primer extranjero en la historia del club.

Ocurrió en el verano de 1960. El Castellón, en Segunda División, afrontaba una nueva temporada. El tema estrella en el periódico de la provincia y, en extensión, en la afición albinegra, era la posible llegada de Ferreira. El futbolista había militado la temporada anterior en el Real Murcia y le avalaba fama internacional. Con el América de Río había obtenido dos campeonatos cariocas (1954 y 1955), y con la selección de Brasil había marcado cuatro goles en cinco partidos, compartiendo formación con buena parte de los campeones del mundo de 1958.

Expectación máxima

Con estos precedentes, no es de extrañar que la posible incorporación de Ferreira causara una gran expectación entre la afición del Castellón, que seguía con fruición cada novedad en cuanto al hipotético fichaje. En los primeros días de agosto de 1960, Ferreira acaparó las conversaciones en la capital de la Plana, y cada nueva información era un objetivo para este diario. «Nuestra guardia montada a través de las muchas horas del día no nos ha valido para nada en nuestra continua ansia de saber algo de Murcia, donde el asesor técnico Arnau, dos directivos y el jugador del Imperial, Trilles, arribaron el martes por la tarde para solucionar el fichaje de Ferreira», lamentaba José Ten en estas páginas.

La espera, sin embargo, tuvo recompensa. Otros días hubo más suerte. Mediterráneo anunció que Ferreira sería la gran novedad en la presentación del equipo, el lunes 8 de agosto, a las 10.30 horas en el Estadio Castalia. Así fue, con multitud de aficionados «ávidos de conocerlo todo de cuanto más cerca mejor». Tras la cita, el plantel cumplió con la misa en Lledó y se trasladó al Grau para almorzar en el hotel Les Planes. Ferreira realizó ese trayecto con el redactor de este periódico, que aprovechó para realizarle la entrevista.

«Vengo a triunfar y a ayudar, no a pasearme y vivir de la renta de mi fama», aseguró Ferreira. La pieza presentaba al brasileño como «joven casado, de habla fácil y simpática en sus ademanes y posturas». Además, destacaba que había jugado en la selección junto a Canario, Zizinho y Didí: «Está todo dicho».

Ferreira, abajo a la derecha, con la selección de Brasil en Maracaná en 1956.

Ferreira, abajo a la derecha, con la selección de Brasil en Maracaná en 1956. / museudosesportes.blogspot.com.br

«No bebe, no fuma, no sale»

La ilusión en torno a Ferreira, extremo izquierdo y «centro neurálgico de todas las miradas», se desbocó. En un amistoso en Tarragona, «fue el asombro de cuantos presenciaron el partido». «Nosotros creemos en Ferreira porque se parece a Di Stéfano: no bebe, no fuma, no sale por las noches de casa, se acuesta todas las noches a las diez y diez minutos y desea entrenamiento seguido», se leía en las notas de Mediterráneo.

Eso sí, entre tanta euforia, Ten advertía en su previa de la temporada: «No lo hemos visto aún ‘metido’ en el juego bronco, duro y sin contemplaciones que se enfrenta en los partidos oficiales».

Aportación efímera

El caso es que empezó la Liga con Ferreira titular en el flanco izquierdo del ataque. Del 11 de septiembre al 9 de octubre, el brasileño completó los cinco partidos de Liga: no marcó y no ganó ninguno. En el último, contra el Levante, sufrió un fuerte golpe que lo apartó un mes. Solo jugó otro partido, a mitad de noviembre, un empate a cero con su exequipo, el Real Murcia. Casi al mismo tiempo, Ferreira desapareció de las páginas de los periódicos y de las alineaciones. Fue una temporada convulsa en el Castellón, con cambios de directiva y de entrenadores.

Finalmente, en febrero, se anunció su regreso a Brasil en una escueta nota. Unos días después, Ferreira («una bellísima persona, todo bondad, simpático y amante de lo español») se despidió en estas páginas. «He sido un incomprendido», aseveró. «Lamento mucho que no se me haya dado ocasiones suficientes para demostrar lo que valgo», añadió, al tiempo que reconocía que sus primeras actuaciones no habían sido brillantes. «Me hubiera gustado alinearme ahora, con el equipo más conjuntado y con más moral», argumentó.

Acompañado de su esposa, y antes de embarcar, quiso enviar un último mensaje: «Haga constar en su periódico un saludo muy cariñoso a toda la afición de Castellón, y que puede contar con unos amigos, allá a lo lejos, en el Brasil».

Antenor Ferreira, un pionero casi olvidado en Castalia, siguió su carrera en Corinthians y Cruzeiro. Falleció en 2004 a los 70 años. 

LOS BRASILEÑOS DEL CASTELLÓN

Douglas Aurélio se unió el pasado sábado al listado de futbolistas brasileños en la historia del CD Castellón, formado por Ferreira, Bernardo, Mauricio, Dos Santos, Raudnei, Vaguinho, William, Joao Vitor y Fabrício.