Entrevista | Dick Schreuder Entrenador del CD Castellón

Dick Schreuder: «Soy feliz en Castellón, la gente ama el fútbol»

Mediterráneo entrevista al entrenador neerlandés, que ha conquistado a la afición albinegra a base de victorias y buen juego

Entrevista a Dick Schreuder: "En Castellón se ama el fútbol"

Sergi Juan

Dick Schreuder nació en Barneveld, Países Bajos, en 1971. El pasado verano, tras subir con el PEC Zwolle a la Primera División holandesa, sorprendió al mundo del fútbol y tomó las riendas del CD Castellón, de Primera Federación, en el tercer escalón del balompié español. Finalizada la primera vuelta, y siempre al ataque, el equipo albinegro es líder, suma 46 puntos y 44 goles y ha ganado los diez partidos de Liga que ha disputado en Castalia. La gran apuesta del presidente Haralabos Voulgaris ha revolucionado la ciudad.

En el centro de entrenamiento de Orpesa, el cuartel general de la parcela deportiva del club, Schreuder atiende a Mediterráneo con extrema amabilidad.

¿Recuerda la primera vez que escuchó la palabra Castellón?

Creo que fue en noviembre de la temporada pasada, cuando se marchó el primer entrenador. Entonces el club intentó contactar conmigo y fue la primera vez que escuché hablar del Castellón.

¿Por qué no vino entonces?

Porque estaba en otro club que me había dado la oportunidad de empezar mi carrera el año anterior. Yo había sido asistente, pero esto era diferente. Dejé el Vitesse y me fui al Zwolle para convertirme en entrenador principal. Tuvimos medio año exitoso y logramos muchos puntos, pero aún así bajamos porque cuando llegué solo llevaban cuatro puntos después de doce partidos. La temporada siguiente empezamos con un nuevo equipo, con 20 jóvenes que muchos de ellos nunca habían jugado en el fútbol profesional, así que solo quería terminar la temporada e intentar subir con ellos. Por eso no quise marcharme en ese momento, porque yo no soy así.

¿Qué cambió en verano?

Conseguimos subir con el Zwolle y estábamos centrados en el Zwolle. En las primeras semanas, hablando de fichar jugadores... aunque financieramente para el club era difícil. Vendimos unos pocos futbolistas y estábamos preparando la siguiente temporada. Entonces, cuando el Castellón acabó la promoción, y no subió, Bob (Voulgaris) volvió a llamar. Tuvimos una buena conversación por Zoom y entonces empecé a pensar 'okey, quizá pueda haber algo, vamos a ver cómo de serio es esto'. Y realmente sentí que estaba bien, que esto es algo que tal vez se ajustara a mí, un proyecto donde no es que pueda hacer lo que quiera, pero sí en el que puedo trabajar libremente.

Al final, yo podía haber elegido estar en el nivel más alto en Holanda, el equivalente aquí a la Liga, pero también me gustaba esto. Y ahora estoy muy feliz de haber dado el paso. Puedo sentirlo aquí en Castellón, la gente ama el fútbol y es algo que puedes ver en los partidos en casa. Eso también me gusta. No es una ciudad muy grande, es como si todo el mundo estuviera comprometido con el club. Y por supuesto, ahora las cosas bien. El siguiente paso, cuando las cosas quizá no vayan tan bien y sean más difíciles, es algo que también quieres ver como entrenador.

Dick Schreuder, en el centro de entrenamiento en Orpesa.

Dick Schreuder, en el centro de entrenamiento en Orpesa. / Gabriel Utiel

Cuando decidió venir al Castellón, ¿sus amigos holandeses le entendieron?

No, nadie lo entendió. Pero al final, son mis amigos. Los escucho, pero ellos no toman las decisiones. También son los mismos amigos que me dijeron que no fuera al Zwolle porque apenas tenía puntos y quizá podía ser el entrenador del Vitesse el próximo año.

Le gustó el reto.

El desafío, sí, y que no quiero esperar. La gente dice 'tal vez vayas a entrenar allí, tal vez vayas a... espera, tal vez...'. Tal vez. El Castellón, para mí, también era una muy buena oportunidad de venir a España, porque soy un fanático del fútbol español. Quizás juego algo diferente, pero creo que también hay mucho en mi estilo del fútbol español, en la forma en que jugamos en la posición del balón, en el ataque. Entonces, sí, era una buena oportunidad para mí.

¿Cómo estudió a la plantilla del Castellón antes de llegar?

Vimos muchos vídeos, Johann (Platt), ABS (Ahmed Abdulah) -sus ayudantes-... Vimos a muchos jugadores individualmente, vimos muchos partidos, pero por otro lado realmente no queríamos ver demasiados partidos porque tengo un enfoque totalmente distinto sobre el fútbol, y ya sabíamos que jugaríamos de manera diferente. Lo único es que intentas observar al jugador individualmente para saber cómo podríamos encajar eso en nuestra idea. Al final tienes que darle a cada jugador la oportunidad de entrenar contigo y ver cómo se desarrolla. En eso hicimos una buena preparación, conocimos a los jugadores de esa manera y luego empezamos a entrenar, en ese punto.

El entrenador, en una de las salas del centro de entrenamiento de Orpesa.

El entrenador, en una de las salas del centro de entrenamiento de Orpesa. / Gabriel Utiel

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Hay futbolistas que ya eran buenos, pero ahora son mejores. Pienso en De Miguel, en Calavera, en Manu Sánchez...

Sí, creo que mejores. O diferentes. Calavera es un tipo de jugador totalmente diferente en estos momentos. Juega más hacia adelante, corre más hacia adelante, conduce más el balón. Ese tipo de cosas, desde el cuerpo técnico, las hablamos con el jugador individualmente. Les muestras clips de otros jugadores, de futbolistas mejores o del año pasado en el Zwolle, no porque fueran mejores sino para hacerles ver cómo es jugar a nuestro estilo, qué necesitamos y qué les pedimos.

Y esto es lo que hacemos todos los días, como hoy. Primero entrenamos y después, tal vez tres o cuatro jugadores, se sientan con los entrenadores y miran clips individuales. Entonces, está la mejora en este aspecto, está el desarrollo de su rendimiento, la mejora en la alimentación, el desarrollo en el gimnasio... Sus jornadas son más largas y están más tiempo aquí (en el centro de entrenamiento de Orpesa). En este tipo de cosas los guiamos y los ayudamos y ahora saben qué deben hacer como profesionales y para ser mejores jugadores.

Tengo entendido que los entrenamientos aprieta mucho a los jugadores, que no hay tiempo para la relajación. Que el entrenamiento es más duro que el año pasado.

Escuché que entrenaban de una manera más relajada, y podría verlo también porque podría mirar los datos de cómo entrenaban el año pasado. Esto fue también algo importante, cuando dije que eso iba a cambiar, porque tal y como jugamos necesitas energía, necesitas estar en forma. Quiero jugar ofensivamente, no quiero esperar ni ser un entrenador defensivo, quiero presionar al rival cuando no tenemos el balón. Creo que los futbolistas ya están acostumbrados y lo veo en los entrenamientos. También hoy, después de un día libre. Estaban realmente en forma, frescos. Creo que están contentos con su evolución.

¿Cómo es su relación con los jugadores?

Depende un poco del tipo de jugador. Siempre es difícil para el entrenador complacer a todo el mundo. Desde el cuerpo técnico intentamos ayudar a todos a través de esos planes individuales, darles todas las herramientas para que puedan desarrollarse, pero al final solo pueden jugar 11, y entonces tienes a otros 11 que no están contentos.

Pero que no jueguen no quiere decir que no les prestes atención. Intentas ayudarlos. Por ejemplo, Antón es un futbolista que se ha marchado pero siempre entrenó bien, siempre compitió con sus compañeros, pero tenía enfrente a otros que quizá lo hacían un poco mejor, y tenemos que tomar esas decisiones y no siempre es agradable. Yo tengo que ayudar a todos los jugadores, pero no puedo ser su amigo, jueguen o no. Es trabajo y no es fácil: estamos aquí para ganar partidos e intentar llevar al Castellón a un nivel más alto.

El balón es nuestro.

El balón es nuestro. / Gabriel Utiel

En verano, en esa pretemporada irregular, ¿cómo convenció a la plantilla para jugar como usted quiere jugar?

Al llegar mostramos muchos vídeos del Zwolle y les dijimos que lo practicaríamos y que íbamos a jugar así, y que para hacerlo necesitábamos los entrenamientos y los partidos de pretemporada. Creo que el entrenamiento fue muy bien y rápido, y en los amistosos todos vimos muchas veces que la primera mitad estuvo bastante bien y la segunda parte no fue tan buena. Hacíamos muchos cambios y hay que ser honesto: los jugadores del equipo B no son realmente como los jugadores A y jugábamos contra rivales como el Levante (de superior categoría), y entonces la brecha es demasiado grande.

Entonces, en ese desarrollo del equipo, seguí creyendo. En algunos momentos hay que hacerlo así. Decir esto es lo que quiero y esto es lo que vamos a hacer. Y si no lo haces, lo siento, fuera, elijo a otro. Y por otro lado, eso te tiene que gustar. Pero mi filosofía está aquí, y esto es lo que hacemos. Ésta es la filosofía y esto es lo que vamos a hacer. Si lo haces, ok; y si no lo haces, entonces no hay sitio aquí para ti.

Por otra parte, sé lo que significa la pretemporada para mí. Por supuesto, quiero ganar todos los partidos, pero en pretemporada me importa ver en los partidos lo que veo en los entrenamientos. Lo único es que los medios y la gente de alrededor pudiera hacer de esto algo grande, cada vez más grande, y que pudiera afectar al equipo. Yo solo necesitaba controlar eso y lo hice con antelación. Avisé: probablemente no tengamos resultados, no os preocupéis, la temporada es larga, son partidos de pretemporada, no se obtienen tres puntos ni un punto ni cero puntos. Es así.

Otra cosa que está sucediendo ahora es que todo el mundo espera que ganemos por cuatro o cinco a cero cada partido, lo cual tampoco es normal. Así que también necesito proteger al equipo, y decir que a veces en la temporada también habrá momentos difíciles en los que no ganemos partidos y entonces necesitaremos que la ciudad y que los aficionados sigan adelante y tengan fe en lo que estamos haciendo.

Ir a Castalia está siendo toda una experiencia.

Cada partido en casa para mí es una fiesta. Desde mi puesto de entrenador, en la banda, viendo cómo está la gente este año... Ves que todos quieren venir a Castalia y unirse, quieren ayudar al equipo y todos creen en ello y sí, lo siento cada vez que entro al campo antes de cada partido, lo sientes antes de que comience. Siempre soy uno de los últimos en entrar al campo y sí, ahí para mí es realmente mágico. Me visita mucha gente de Holanda y después de estar en Castalia y sentir la atmósfera del estadio, entonces ya me entienden. Se puede hablar de diferencia de división, pero entienden que no haya para mí diferencia entre el Castellón y el Zwolle.

Tenemos que hablar de Haris Medunjanin. Se le ve disfrutando, sobre todo en Castalia.

Pronto cumplirá 39 años y le encanta jugar en casa, porque quizás también siente que está alargando su carrera y la gente, el ambiente... Su carrera se está acabando, él ya no juega por dinero, solo juega por diversión y está ayudando aquí, a mí, al club... y en el campo para ganar partidos. En el futuro quiere ser entrenador y continuar aquí. Ahora, por supuesto, cuando entra al estadio todavía se siente como un chico joven y hasta ahora lo está haciendo muy bien y eso es muy importante para nosotros. Lo conozco desde hace tiempo, porque lo conocí en Philadelphia como persona, al trabajar con él.

Schreuder, durante la entrevista.

Schreuder, durante la entrevista. / Gabriel Utiel

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A la hora de tomar decisiones, ¿cómo de importante es el big o small data frente al método tradicional?

Hoy en día hay muchos datos. Si buscas un jugador en nuestra Liga, no es fácil encontrar al jugador perfecto, porque si encuentras al jugador perfecto probablemente no vaya a jugar aquí. O tal vez sea demasiado caro. Así que intentamos encontrar el jugador que encaje en nuestro estilo de juego, y en esa búsqueda dispones de datos.

Entonces, si hay un futbolista que los datos te dicen que es realmente malo presionando, probablemente no encajará en nuestro estilo de juego. Quizá para la vista juega muy bien la pelota, pero luego, cuando perdemos el balón, se comporta muy mal. Tratas de encontrar una combinación entre lo que te dice el data y lo que te dicen tus ojos. También puedes tener una conversación personal con el jugador antes de que venga y ver si lo puedes mejorar. Y así es, sigue siendo una mezcla total.

Creo que los datos realmente ayudan a ver las cosas de antemano.

¿Usted participa en la configuración de la plantilla?

Sí, todos hablamos, pero al final es algo de Bob. Por eso él está también aquí, por supuesto.

¿Qué cree que debe reforzar el equipo?

A veces piensas que el equipo no necesita nada, solo seguir progresando y hacer las cosas mejor, si además vas primero en la Liga, pero a veces es como ahora. Hemos perdido a Falé que ha vuelto al Braga y a Antón, que quería jugar más, y entonces ya necesitas jugadores. Si esto sucede de forma natural puede ser también bueno porque tal vez lleguen otros dos futbolistas y nos aporten sangre nueva. Y si más jugadores quieren irse, también tendremos que encontrar soluciones. Lo que no queremos realmente es echar nadie. Desde que llegué fui muy respetuoso con todos. Entrenamos con ellos, intentamos desarrollarlos y luego veremos

¿Cómo es el presidente Voulgaris en la corta distancia? En Castellón, para muchos, todavía es un misterio.

Mantengámoslo como un misterio (ríe). Para mí, es muy bueno. Como dije, me siento muy libre en el Castellón para trabajar como entrenador. Todos los que me conocen saben que cuando me bloqueas, no soy una persona agradable. Entonces, cuando digo que estoy feliz, digo lo suficiente sobre cómo puedo trabajar aquí con él. No hace falta que diga más.