Primera RFEF

CD Castellón | El nivel de Alberto Jiménez: hablan sus entrenadores

El futbolista canario se ha afianzado en la zaga y puede solucionar las bajas en la medular. Así lo ven Aritz López Garai, Álvaro Cervera y Dick Schreuder

Alberto Jiménez disputa un balón aéreo durante el encuentro entre Castellón y Murcia en Castalia, en diciembre.

Alberto Jiménez disputa un balón aéreo durante el encuentro entre Castellón y Murcia en Castalia, en diciembre. / Erik Pradas

Enrique Ballester

Enrique Ballester

Juan López Córcoles escribió un librito estupendo llamado El Riazorazo: memorias de una gesta casi imposible. En él relata la historia de aquel Albacete que dio una sorpresa monumental en 2022, cuando tumbó al Deportivo de la Coruña a domicilio y logró el ascenso a Segunda División. 

De vez en cuando, en la lectura aparece, como un secundario brillante, el actual jugador del Castellón, Alberto Jiménez. Si de aquello se hiciera una película, sería el típico personaje de reparto sobrado de carisma que devora al protagonista. Primero, da un clínic sobre custodiar una ventaja en la semifinal; y después cambia la final saliendo desde el banquillo «con una pachorra tremenda», marcando un gol vital y dejando desde el inicio las cosas claras. «En el primer balón que tocó, acuciado por un rival, lo pisó y con el tacón se deshizo de él para abrir a la banda izquierda. Era notorio que (en un momento de máxima presión) Alberto no estaba nervioso», escribe Córcoles.

Experiencia

Dos ideas fundamentales sobrevuelan el fútbol de Alberto Jiménez: sirve para todo y se nota que sabe. Hay futbolistas más bonitos que buenos y otros más buenos que bonitos. Por fortuna para el Castellón, Alberto pertenece a la segunda especie. «Era esa clase de jugador capaz de enamorar al público en la primera jugada agarrando a un rival vilmente y consiguiendo sacar una falta a su favor», añade Córcoles. «Sabe de qué va el negocio», corrobora el exalbinegro Aritz López Garai, que lo entrenó en el Tenerife: «Tiene mucha experiencia y muchos partidos en Segunda División». En concreto, 181, repartidos en siete temporadas en el Tenerife, donde logró en 2013 su primer ascenso.

Lo logró de la mano de otro exalbinegro, Álvaro Cervera, que lo hizo debutar aquel año en el primer equipo. «Recuerdo que estaba en el filial con Ayoze (ahora en el Betis) y los subimos. Me pareció un futbolista con muchas posibilidades, tanto de central como de mediocentro, y aprovechó la oportunidad», explica Álvaro a Mediterráneo.

Alberto, a la derecha, tras la derrota en Copa ante Osasuna.

Alberto, a la derecha, tras la derrota en Copa ante Osasuna. / Erik Pradas

Trayectoria

Alberto hizo carrera en el Tenerife, con un paréntesis breve en el Mestalla en 2014. Después, desde 2021 se ha amoldado a la aristocracia de la Primera RFEF: Albacete, Córdoba y ahora, con 31 años, el Castellón.

«Es un futbolista con mucha experiencia, muy bueno con la pelota, y enseguida notas que conoce el juego», asevera Dick Schreuder, su actual entrenador. «Este año ha sabido aceptar sus diferentes roles, empezó jugando, se lesionó, tuvo que esperar y estaba preparado cuando volvió», valora. En las últimas semanas ha ofrecido un gran nivel, liderando la zaga, y asoma a la vez como posible solución ante la proliferación de bajas en la medular. «El sábado veremos», desliza Schreuder, misterioso. 

El cambio

«Creo que Alberto ha cambiado mucho. Si ves vídeos suyos de hace años, quizá pesaba seis o siete kilos más. Creo que es un buen ejemplo de cómo queremos desarrollar y mejorar futbolistas, a través de planes específicos para ellos», apunta también el neerlandés.

«Yo le decía que si bajaba de peso podría jugar en Primera», corrobora López Garai. «Conmigo era imprescindible. Con el balón es de los mejores que he entrenado. Tiene una salida de balón excelente, gran personalidad, entiende el juego, sabe elegir... Encaja perfecto en la idea de Schreuder», desgrana. «Además tiene un físico que engaña, es robusto, quizá no muy elegante, pero en los ejercicios de posesión era de los mejores y técnicamente tiene ese punto de futbolista canario, de crecer jugando a fútbol todo el día en la calle. Es un jugador que quieres porque te sirve en cualquier partido», concluye. El próximo, el sábado en Castalia contra el Algeciras.