Entrevista | Fernando Fabra Presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos (Anffecc)

«La Administración nos escucha pero no atiende nuestras necesidades»

PREVISIONES. El presidente de la patronal Anffecc, Fernando Fabra.

PREVISIONES. El presidente de la patronal Anffecc, Fernando Fabra. / MEDITERRÁNEO

Daniel Llorens

El presidente de la patronal Anffecc, Fernando Fabra, realiza una radiografía exacta del estado actual de las empresas productoras de fritas, esmaltes y colores cerámicos. El sector está registrando una importante caída de ventas y las previsiones a corto plazo no son mejores: «No parece que la demanda vaya a recuperarse este final de año por lo que debemos ajustarnos para mantener cierta rentabilidad».

--¿En qué situación se encuentra ahora mismo el sector español dedicado a los esmaltes, fritas y colores cerámicos?

-Es un momento delicado. La crisis energética continúa afectando gravemente tanto a nuestro sector como al de nuestros clientes cerámicos y, ahora mismo, a la ya conocida crisis energética y de costes, se une una fuerte crisis de demanda.

Nuestra facturación ha caído en el segundo trimestre de este año 2023 un 27%, con respecto al mismo trimestre del año anterior, pero resulta más grave si miramos la equivalencia en volumen, donde el descenso se sitúa en aproximadamente un 35% en estos tres meses.

La actual caída de demanda fuerza, además, a un ajuste de los precios de venta a la baja, lo que deriva consecuentemente en una muy escasa rentabilidad de las empresas, causada por todos estos factores.

--¿Cómo está evolucionando la demanda de los mercados internacionales?

-Muchos de los mercados cerámicos internacionales importantes para nosotros se encuentran también actualmente en recesión. Nuestras exportaciones han disminuido un 30% en términos de volumen durante el primer semestre del 2023. Y este descenso no solo se debe a la falta de producción por parte de nuestros clientes de exportación, sino también a la pérdida de ciertos nichos de mercado que no hemos podido defender por la falta de competitividad que estamos acusando desde hace más de un año, como consecuencia de nuestros elevados costes energéticos, por los que apenas hemos recibido ayudas por parte de la Administración, no siendo así en otros países de la Unión Europea en los que sus respectivos gobiernos sí han apoyado de forma mucho más contundente a la industria gasintensiva y han podido ser mucho más competitivos.

Esta falta de competitividad está debilitando nuestra exportación y además no debemos olvidar que no se ha resuelto todavía el bloqueo comercial con Argelia, que nos proporcionaba una facturación de 120 millones de euros anuales y era nuestro principal mercado de exportación junto con Italia.

Por países, nuestras exportaciones bajan en prácticamente todos los mercados, de manera acusada en ciertos países árabes y europeos, excepto precisamente en países como Italia, Portugal y Francia donde en los dos primeros, precisamente, se han obtenido ayudas considerables por parte de sus gobiernos para su industria gasintensiva. De ahí que seamos insistentes en nuestras reivindicaciones para percibir ayudas suficientes que puedan amortiguar nuestros costes con el propósito de ser competitivos, así como con el desbloqueo comercial con Argelia.

--Parece que la Administración no atiende sus demandas.

-Así es. La Administración nos escucha pero, la realidad, es que no atiende nuestras necesidades con la celeridad que precisamos. Las ayudas a los sectores gasintensivos han llegado tarde y la cantidad anunciada de 450 millones para 36 sectores industriales ha sido decepcionante.

Echamos mucho de menos ayudas como las que han recibido países de la Unión Europea como Portugal, Italia o Alemania para su industria gasintensiva. Si esto no era ya suficiente problema, nos encontramos con la imposibilidad de poder comercializar con Argelia, con la importancia que tenía para nuestras exportaciones. En este sentido, no entendemos como, después de más de un año, no ha habido una solución al conflicto.

--¿Qué medidas se deben adoptar para frenar esta escalada de precios y, por extensión, la caída de ventas?

-La escalada de precios energéticos y de materias primas es una realidad desde mediados del 2021. Durante el 2022 se acusó enormemente por el conflicto en Ucrania, aunque también por la especulación que se generó y se permitió por parte de las autoridades en los precios del gas y de los derechos de emisión, y que afectó gravemente a nuestra industria cerámica ha habido escasas medidas de apoyo para nuestra industria gasintensiva.

Durante este 2023 se han amortiguado en parte los sobrecostes energéticos y de materias primas, pero no olvidemos que todos estos costes siguen muy por encima de los que teníamos a principios del año 2021 y anteriores, duplicando y triplicando actualmente sus precios, por lo que a pesar de la cierta estabilidad que acontece, lo cierto es que nuestros costes continúan estando a día de hoy en niveles poco competitivos. De ahí la consecuente caída de ventas y pérdida de mercados y negocio a nivel mundial por parte de todo nuestro sector y clúster cerámico. Las medidas deberían haberse tomado hace meses y de manera mucho más contundente.

Por supuesto, todas las medidas que ahora puedan mejorar nuestra competitividad tales como ayudas directas a nivel energético, rebajas fiscales, o algunas otras que podamos consensuar entre las partes afectadas, serían bienvenidas para empezar a intentar recuperar mercados.

--¿De qué manera está afectando a la rentabilidad del sector el aumento de los costes?

-Todo este incremento de costes ha afectado de manera muy considerable en las rentabilidades de nuestras empresas durante el ejercicio 2022. Pero más allá de recuperar rentabilidades para este 2023, lo cierto es que la baja demanda por pérdida de mercados y el ajuste de precios a la baja que esto conlleva hace que la rentabilidad de nuestras empresas continúe cayendo. Y es un hecho muy preocupante porque sin rentabilidad no tenemos recursos para mantener nuestra I+D+i que es nuestra seña de identidad y nuestra principal fortaleza para mantenernos como líderes mundiales en nuestro sector. Es complicado cifrar el incremento de costes sufrido porque depende mucho del tipo de producto producido, ya que en algunos de ellos afecta más el precio energético que en otros, pero sí podemos decir que como promedio nuestros productos cuestan entre un 40% y un 50% más de producirse hoy que hace dos años y esto no está ocurriendo en otros países.

--¿Cuáles son las previsiones de Anffecc para el cierre de 2023?

-El ejercicio 2022 fue muy malo por los sobrecostes ya comentados. Lógicamente se han ido adoptando medidas para afrontar 2023 con nuestros recursos propios, ya que las ayudas han sido insuficientes y con estas medidas estratégicas confiamos en que mejoren los resultados de nuestras empresas asociadas.

La situación es delicada ahora por otro motivo como es la caída de demanda. No parece que esta demanda vaya a recuperarse este final de año por lo que debemos ajustarnos para mantener cierta rentabilidad con la demanda prevista.

El desbloqueo del comercio con Argelia sería enormemente positivo para esta recuperación de demanda; supondría una recuperación exponencial en un cortísimo plazo. Por eso insistimos mucho en este asunto cuando hablamos con miembros de los gobiernos central y autonómico, y lo seguimos reivindicando. Estimamos que sea ya el año que viene, en un medio plazo, cuando se pueda reactivar algo la demanda y la producción, ya que es necesario que confluyan varios factores macro y micro como puedan ser la bajada de tipos de interés, la reactivación del sector de la construcción o la estabilidad e incluso bajada de los precios energéticos y de materias primas.