IMPUESTOS

Los tributos de las empresas de la provincia caen un 15% en medio de la crisis cerámica

El descenso es un indicador de que las compañías sufren una rentabilidad a la baja

Entrada de la sede de la Agencia Tributaria en Castelló.

Entrada de la sede de la Agencia Tributaria en Castelló. / David García

Bartomeu Roig

Bartomeu Roig

La recaudación de impuestos es uno de los termómetros de la actividad económica de un territorio, aunque las cifras correspondientes a Castellón muestran resultados muy dispares. Por un lado, los datos aportados desde la Agencia Tributaria entre los meses de enero a septiembre muestran que la provincia experimentó una subida del 20,3% respecto al mismo periodo del año anterior, con una recaudación total de 1.014,1 millones de euros. Pero el análisis por tipo de tributo revela una situación mucho más compleja.

El apartado correspondiente al impuesto sobre sociedades revela las dificultades por las que pasa la economía castellonense. En los tres primeros trimestres del 2023 se han recaudado 174,3 millones de euros, lo que significa una caída del 14,6% sobre el mismo tramo del pasado ejercicio.

El secretario general de la Cámara de Comercio de Castellón, Jesús Ramos, aporta como clave que dentro de la provincia «hay un peso muy importante de la industria, en especial de la cerámica, por lo que la situación que sufre este sector arrastra a otro tipo de compañías, desde los esmaltes y la maquinaria hasta todos aquellos negocios que dependen».

Reflejo de una situación adversa

El azulejo atraviesa un periodo marcado por el descenso de las exportaciones y la producción, lo que se traduce en la presentación de expedientes de regulación temporal de empleo y de despidos. «Todo esto tiene un reflejo en la recaudación de las sociedades», detalla, por lo que el dinero que aportan luego al fisco también va a menos. Para Ramos, el principal desafío es recuperar el pulso de la actividad, «algo preocupante, porque a corto plazo no se aprecia una mejora, a pesar del anuncio de 70 millones de ayudas concedidos por parte del Gobierno».

El directivo de la Cámara considera que deberían concederse más ayudas, «además de préstamos a bajo interés con un periodo de devolución amplio». Además, espera que pronto se puedan recuperar las exportaciones a Argelia.

Indicador fiable

Jesús Ramos opina que el impuesto de sociedades «es un buen indicador de la actividad empresarial, ya que una compañía puede haber incrementado mucho su facturación por el impacto de la inflación, pero, en cambio, haber disminuido su beneficio». Algo que se detecta mediante el análisis de este tributo.

Otro parámetro es la evolución del número de empresas. «Un apartado que sigue yendo bien en Castellón, porque se constituyen muchas, pero hay que tener en cuenta que muchas de ellas son de creación reciente, y, por tanto, aún falta tiempo para que generen un nivel de ingresos».

Por otro lado, también se detecta un descenso en el apartado de tributación al tráfico exterior. En Castellón se han recaudado 7,8 millones, un 30,6% menos que en los primeros nueve meses del 2022. Algo relevante en provincias exportadoras como esta.

Los impuestos autonómicos bajan

La recaudación de la Generalitat en Castellón también es un reflejo de la compleja coyuntura económica. La provincia experimenta un retroceso del 8% entre enero y septiembre, una caída muy por encima del -3,2% del conjunto de la Comunitat, según los datos de la Agència Tributària Valenciana. Más de la mitad de los 137 millones amasados en el periodo mencionado corresponden a las transmisiones patrimoniales, que engloban actividades como la compraventa de viviendas. En Castellón se ha producido un 9,7% menos, con un montante de 79,7 millones. En menor medida baja el impuesto de sucesiones, con un 5,7% menos.

Estos tributos también abarcan tasas relacionadas con el juego. La recaudación por máquinas de tipo B y C disminuye en un 3%, mientras que la destinada a los bingos aumentan un 14%. En el global autonómico llama la atención que también bajan las transmisiones patrimoniales (-8,3%), después de un 2022 en el que los ingresos se dispararon hasta un 25% más.

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