Importante compra en Castellón: La familia Calabuig adquiere el hotel Jardín de Bellver con una nueva visión

Fomento Urbano lo abrirá en Orpesa con una gestión más innovadora, que apuesta por eventos corporativos

La adquisición del complejo forma parte de un proyecto global que pondrá en valor a toda la zona de Les Platgetes

Las instalaciones están localizadas en la entrada de la exclusiva urbanización Las Playetas, muy cerca del mar, entre las poblaciones de Benicàssim y Orpesa.

Las instalaciones están localizadas en la entrada de la exclusiva urbanización Las Playetas, muy cerca del mar, entre las poblaciones de Benicàssim y Orpesa. / MEDITERRÁNEO

Nueva vida para el hotel Jardín de Bellver de cuatro estrellas en Orpesa, que, tras llevar un tiempo cerrado y sin actividad, cambia de manos y de enfoque, en la exclusiva urbanización de Les Platgetes. 

El complejo ultima su reapertura con una gestión innovadora que dejará de lado su potencial turístico para apostar por los eventos corporativos. Esta será la nueva visión de sus actuales propietarios, Fomento Urbano --familia Calabuig--, que compró las instalaciones a los rusos que ya invirtieron varios millones de euros para renovar el antiguo y tan mítico hotel El Cid.

La nueva idea pasa por adaptar sus espacios para la celebración de presentaciones, formaciones o congresos empresariales, por lo que todo parece prever que no se podrá reservar una habitación, por ejemplo en Booking, para alojarse en este hotel. Sin embargo, sí podrá ser reservado por compañías y frecuentado por profesionales de diferentes sectores que hayan sido convocados a algún tipo de evento en el complejo.

Proyecto global

La iniciativa forma parte, además, de un proyecto global que va más allá y pondrá en valor todo el entorno. El hotel está ubicado a escasos metros del mar, junto a la playa Platgetes de Bellver, pero también de otros puntos de interés como la Vía Verde del Mar, que se ha convertido en uno de los mayores reclamos de toda la Comunitat, ideal para hacer deporte afterwork con unas vistas paradisíacas al mar, entre montañas, antiguas torres vigía llenas de historia y acantilados.

Imagen de las instalaciones.

Imagen de las instalaciones. / EVA BELLIDO

En las proximidades también está localizada la Masía Bellver, recientemente rehabilitada por esta misma familia de empresarios y convertida en restaurante. Con su emblemática torre de piedra y en un terreno rodeado de olivos fue un importante motor económico y laboral durante años, que sirvió muchas veces de escenario para eventos lúdicos de la zona.

Desde el hotel, los huéspedes pueden llegar caminando hasta Masía Bellver en tan solo cuatro minutos, recorriendo los 260 metros de distancia, o bien en coche, a solo un minuto por carretera. Dentro del mismo terreno de la masía, el proyecto se expande con la recuperación de El Puente de Madera, que recrea la conocida tasca que antiguamente se encontraba ubicada en la Gran Avenida Jaime I de Benicàssim, en las proximidades del cruce con el vial Barcelona

Muy cerca, junto al mar y la Vía Verde, también empieza su andadura el ecoclub El Bosque, construido a mano con madera, que se fusiona con la naturaleza, con materiales sostenibles y un diseño desmontable que permite la conservación del preciado paraje.

Vista aérea del hotel situado en Les Platgetes.

Vista aérea del hotel situado en Les Platgetes. / MEDITERRÁNEO

Centro de Interpretación

Pero el proyecto más grande, sin duda, es el del futuro Centro de Interpretación del Mediterráneo, cuya construcción está en la recta final. Su edificación está basada en los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la ONU, por lo que el visitante no solo contará con un recorrido interpretativo de la fauna y flora autóctona de la costa, sino que conocerá las iniciativas que se realizarán en el enclave, con la finalidad de recuperar, divulgar y concienciar para la preservación del medio ambiente. El centro colaborará en la protección de tortugas heridas, favoreciendo su recuperación y regreso al mar. Pero la joya de la corona aún está por llegar, un próximo hotel cinco estrellas. 

Testimonio de Enrique de Pablo Galí

Enrique de Pablo Galí.

Enrique de Pablo Galí. / MEDITERRÁNEO

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El complejo turístico cuenta con más de medio siglo de historia y funcionó durante alrededor de 40 años con gran éxito como hotel El Cid, de tres estrellas, uno de los primeros de la zona y todo un referente. De hecho, fue inaugurado en 1966 por el entonces ministro de Turismo, Manuel Fraga, durante el franquismo, según recuerda Enrique de Pablo Galí, quien ejerció como director durante 15 años.

«Entonces había mucha más demanda que oferta, la clientela era un 90% procedente de Francia, pues el nivel de vida allí era mucho más elevado que en España y cualquier trabajador venía un mes con la familia. Los meses de temporada alta estaba lleno», cuenta el director, que asimismo fue --con notable éxito-- gerente del Patronato Provincial de Turismo durante tres décadas. 

Su éxito también se debió a estar localizado en un punto estratégico, ya que era lugar de paso de la antigua N-340, además de estar próximo a playas y municipios con encanto de costa.

En los años en los que veraneó José María Aznar en la urbanización Platgetes, cuando era presidente del Gobierno, el hotel alojó a personas vinculadas al Estado, como el ministro de Agricultura, Jaime Lamo de Espinosa, así como también guardaespaldas y chóferes. Y durante la trayectoria de El Cid se hospedaron muchos diplomáticos de Sudamérica, Panamá o la seguridad del embajador de EEUU, Terence Todman.

«Aznar era una persona bastante afable, iba a la playa, saludaba a la gente, sí que le veíamos por aquí. Y estábamos contentos porque daba prestigio a la zona. Gracias a él se conoció más Orpesa, Benicàssim y, sobre todo, Platgetes. Fue un gran empujón promocional. Ojalá viniesen todos los presidentes, sin excepción».

Los turistas alemanes fueron clave una época, gracias a un contrato con una agencia, con uno o dos vuelos por semana. «Venían en temporada baja con precio especial y hacíamos barbacoas gigantes, con un programa divertido de baile y actores», recuerda.

Pero la etapa más fructífera llegó con un convenio de cinco años con mutualidades laborales de España, que llenó las instalaciones los 365 días del año. Más de medio siglo después, y tras pasar por varios propietarios, este hotel seguirá escribiendo ahora más páginas de su libro.