Mejoran el acceso a una de sus playas más utilizadas de Benicàssim

El Ayuntamiento renueva las escaleras que hay en la bajada al mar

Izquierda, el estado anterior de la escalera y en la foto de la derecha, tras finalizar la obra.

Izquierda, el estado anterior de la escalera y en la foto de la derecha, tras finalizar la obra. / Eva Bellido

Benicàssim mejora la seguridad de uno de los pasajes de la avenida Ferrandis Salvador que da a la playa Els Terrers, a la altura de la calle Vila-real. Se trata de uno de los pasos de bajada al mar más concurridos por parte de los ciudadanos y ha sido completamente renovado con el objetivo de atender las demandas de los vecinos, de complejos residenciales próximos como Villa Manuela.

El tramo registraba carencias a nivel de iluminación y seguridad en su pavimento. Por ello, se ha llevado a cabo una renovación en el alumbrado, consiguiendo así una vía mucho más iluminada durante las horas nocturnas. 

Por otra parte, se ha instalado un pasamanos a doble altura, con el objetivo de ofrecer un mayor agarre para las personas que lo necesiten, según explican desde el Ayuntamiento. Asimismo, junto con la escalera uniforme con superficie antideslizante ofrecen una mayor accesibilidad a la zona y comodidad para los usuarios que quieran dirigirse a la playa. 

Esta intervención contó con el necesario visto bueno de la Dirección General de Costas, ya que se trata de una zona que forma parte del dominio público marítimo.

Valoración

El concejal de Urbanismo, Carlos Díaz, detalla que ya han culminado estas obras, justo en frente de la calle Cervantes. «Estaba constituida por una escalera que no formaba parte de un itinerario peatonal accesible, por lo que no estaba sujeta al cumplimiento de la normativa. Pero debido a las quejas sobre el estado que presentaba, y a la insistencia de los vecinos de la zona que tanto la utilizan, se ha procedido a realizar una actuación de adecuación para mejorar la accesibilidad y la seguridad de este acceso a la playa», según declara el edil.

«Era una escalera incómoda, puesto que los escalones no eran uniformes, con diferentes medidas, de huellas y contrahuellas, entre unos escalones y otros. Con un tramo de 13 escalones, cuando la normativa actual limita a doce el máximo por tramo. Además, estaban muy desgastados, con importantes irregularidades que habían provocado algún que otro tropezón», dice Díaz.