NATACIÓN

El desafío extremo en el Ganges de Daniel Ponce

Repite la segunda posición en la competición de natación más larga del mundo, 81 kilómetros por el icónico y sagrado río de la India

Al límite  Daniel Ponce acabó segundo su titánico esfuerzo de 81 kilómetros en el Ganges.

Al límite Daniel Ponce acabó segundo su titánico esfuerzo de 81 kilómetros en el Ganges. / DANIEL PONCE

Juan Francisco de la Ossa

Juan Francisco de la Ossa

Dijo que no volvería... y volvió. Daniel Ponce Jiménez, un valenciano afincado hace muchos años en la provincia y con raíces en Cirat, está de regreso tras haber competido en una de las pruebas más extremas que se conocen, la Bhagirathi River Marathon Swin, 81 kilómetros de natación en uno de los ríos más icónicos del mundo pero con unas condiciones de temperatura, salubridad... que complican el reto. No solo compitió, sino que la acabó, repitiendo la segunda plaza de hace seis años, mejorando su tiempo en cerca de media hora.

No lo tuvo nada fácil en la India desde días antes, incluso, de la prueba: «No pudimos conseguir ni una sola piscina para poder entrenar, por lo que estuve una semana sin nadar». Además, Dani fue víctima de la parafernalia de una prueba que no es una simple competición. «Había mucho protocolo: íbamos de una ceremonia a otra, desfiles...», relata. La víspera, además, fue de las que no se olvidan: «Acabamos un acto de madrugada y nos soltaron en un cuchitril para dormir menos de tres horas». «Si a eso le sumamos el calor (la temperatura del agua era de 31º), la sudoración..., «hace que salgas al 60% de tu energía».

Ha aprovechado esta nueva aventura para grabar un documental y destinará parte del dinero recaudado al IVO,

Ha aprovechado esta nueva aventura para grabar un documental y destinará parte del dinero recaudado al IVO, / DANIEL PONCE

Un contratiempo más

Además, tuvo problemas estomacales a partir de las cinco horas: «El esfuerzo, algo que bebes o comes, los nervios... Podía pasar... y me pasó». «Estoy muy contento de cómo lo afronté psicológicamente, porque en otras circunstancias hubiera podido abandonar», admite. Al final, pudo convivir con el malestar y nadar los 81 kilómetros en 10 horas y 55 minutos, 22 minutos menos que en 2017. «Me había preparado mucho mejor, física y mentalmente. Hice un tiempo que me habría permitido ganar en la mayoría de las ediciones [la del 2023 ha sido la 77ª], pero hubo un chico indio que lo hizo fenomenal, así que no me queda otra cosa que felicitarle», encaja con deportividad. El otro español, José Luis Larrosa, acabó cuarto, tras haberla ganado dos veces.

La proeza contó con la inestimable ayuda de su amigo Alberto Latorre: «Me asistió, me dio de comer y me beber...». «Gracias a su humor tan característico, todo fue más ameno: se compró 11 sombreros diferentes para sorpresa mía... y se los fue cambiando durante las 11 horas de travesía», rememora.

Documental en marcha

Además, también pudo llevarse a un cámara, Sergi Sánchez, ya que era otro de los objetivos de Ponce en este regreso a la India: «Volvimos con el objetivo de poder documentar todo lo vivido en esta prueba --la más larga del mundo a nivel de competición-- para poder compartirlo con todos el mundo». Un trabajo ahora en fase de edición, con otra esperanza: la difusión a través de una plataforma de renombre.

El proyecto de Ponce ha ido más allá de lo meramente deportivo, que no es poco. Este aventurero puso en marcha un crowdfunding (abierto hasta el 30 de septiembre), destinando un 50% de lo recaudado a sufragar el coste del documental, mientras que la otra mitad irá a parar al Instituto Valenciano de Oncología (IVO). ¿Por qué? Hay una bonita historia personal detrás. «En enero operaron a mi abuelo, Juan Ponce, una de las personas que más quiero en este mundo, de un cáncer de pulmón muy agresivo e hicieron una labor increíble: hoy en día está vivo». No puede haber mejor colofón, aunque advierte: «Me he tomado unas pequeñas vacaciones de natación, pero ya estoy dándole vueltas a mi próximo desafío...».