TRIBUNA SINDICAL

La brecha salarial sanitaria

Encarna Barragán

Encarna Barragán

Los mercados de trabajo se configuran con una fuerte segregación por sexo. Según el INE, que distribuye el empleo en 21 sectores de actividad, la mitad de las trabajadoras de España se concentran en 4 sectores: comercio, hostelería, educación, y sanidad y servicios sociales. En todos ellos, las mujeres cobramos menos que los hombres a pesar de tener más estudios, pues representamos el 53,6% del conjunto de personas graduadas en educación superior.

El sector de sanidad y servicios sociales, siendo un verdadero pulmón para el empleo femenino, ya que el 78% de su plantilla son mujeres, es sin embargo el de mayor brecha salarial (28,4%). Esta realidad se debe a diferentes factores, tanto de origen social como del ámbito laboral. El personal sanitario, como los sectores dedicados a los cuidados, no está valorado como debe, ya que hay en nuestro mercado de trabajo una infravaloración histórica del trabajo femenino, siendo el valor social directamente proporcional a la remuneración. El personal sanitario percibe menor retribución que otras administraciones públicas, mientras las actividades sanitarias tienen una brecha salarial de 10.291 euros (28,4%), en educación es de 2.120 euros (7,4%) y en administración pública de 2.663 euros (7,8%).

Para corregirlo, CCOO proponemos un sistema de clasificación profesional que supondría un aumento de nivel para todas las categorías, con el correspondiente aumento retributivo y así corregir la infravaloración salarial que afecta a las profesiones históricamente feminizadas. También deben actualizarse los complementos salariales para reconocer funciones y competencias.

Las diferencias salariales afectan fundamentalmente a los complementos específicos y variables que son competencia de las CCAA y reconocen la penosidad, peligrosidad, dedicación y responsabilidad del personal. Las situaciones discriminatorias en el reconocimiento del nivel de cualificación con respecto a otros profesionales del mismo grupo retributivo y mismo requisito de titulación son difíciles de justificar, como los complementos específicos en los grupos A2 de sanidad con el personal docente y de otras administraciones públicas.

En los diagnósticos de los muchos planes de igualdad que negociamos vemos que las mujeres presentamos peor calidad en la contratación, mayor temporalidad y el 75% de la parcialidad y eso repercute en los salarios. El 25% de las mujeres asalariadas trabajan a jornada parcial frente al 7% de los hombres. En el sector de la dependencia, ayuda social a domicilio, residencias o teleasistencia la parcialidad está muy extendida y no por elección de las trabajadoras.

Otra situación que incide en la brecha salarial es la brecha vertical tanto en las empresas privadas como en la pública. Ellas están infrarrepresentadas, sobre todo en la alta dirección, también en la dirección y menos en los mandos intermedios. Según la Sociedad Española de Dirección de la Salud, hay solo un 30% de mujeres en cargos de responsabilidad. Como ejemplo, en Castellón de los 4 hospitales, Salud Pública y Dirección Territorial de Sanidad, solo el Hospital de Vinaròs esta presidido por una mujer.

Nuestro salario condiciona nuestra protección social, calidad de vida y pensiones futuras. Por ello desde CCOO luchamos para corregir la brecha salarial para que exista una igualdad real y para ello hay que conocerla bien y sacarla a la luz. Nuestras herramientas son los Planes de Igualdad, la negociación colectiva en los diferentes ámbitos. Desde la FSS-CCOO sabemos las razones, tenemos propuestas y soluciones y trabajamos para combatir la desigualdad y especialmente la brecha salarial.

Secretaria general de la UI Comarques Nord FSS-CCOOPV

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