La firma del director

Disfrute en precampaña

Ángel Báez

Ángel Báez

En poco más de cuarenta días, nos asomaremos a una nueva cita con las urnas para elegir a nuestros máximos representantes en los ayuntamientos y en Les Corts. Por cierto, para los más despistados, en este 28M no se vota a los futuros miembros del Parlamento y Gobierno de la nación, aunque lo parezca. Será a finales de este año, por si acaso.

Más allá de la ruptura de la rutina que conllevan unas convocatorias electorales de calado como éstas, la llamada a las urnas es en sí misma una buena noticia porque permite en una sola papeleta premiar o castigar la gestión, dar y quitar confianzas, apelar a la esperanza para lograr una sociedad mejor o, simplemente, evidenciar confianza, afinidad o indiferencia a unas siglas.

La convocatoria de elecciones, además de ser muy saludable para una convivencia en democracia, es también enormemente ventajosa de cara a activar mejoras de última hora con obras que, si bien se han resistido a lo largo de la legislatura, hoy parecen llenar el callejero. Con los comicios en ciernes, abundan la concreción de proyectos que durante años han estado guardados en los cajones del olvido. Llegan renovados servicios al ciudadano con ese tufillo a naftalina que siempre desprende el interés electoral. Con todo, esa abundancia de actuaciones de los últimos meses, que rompen largos silencios, siempre es bien recibida. Ya quisiéramos vivir siempre en una continua precampaña electoral que toma las calles con ambiciosas mejoras y enciende nuestro futuro de nuevas promesas. 

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