BABOR Y ESTRIBOR

El hito de Marta Barrachina

Basilio Trilles

Basilio Trilles

Marta Barrachina ha pasado a la historia de la provincia al convertirse en la primera presidenta de la Diputación desde que esta institución fue creada en 1822 por mor del articulado de La Pepa, la Constitución surgida en las Cortes de Cádiz en 1812. Un hito con el marchamo del Partido Popular, formación a la que pertenece Barrachina y cuya declaración de intenciones en la toma de posesión está íntimamente ligada con la política centrista representada por Alberto Núñez Feijóo, comprometido en despolitizar las instituciones. En esa misma línea ha querido expresarse Barrachina, proclamando que antepone los intereses de la provincia castellonense a las siglas partidistas: «Castellón siempre estará por delante y esta será una institución que luchará a su lado». La también alcaldesa de Vall d’Alba tiene escuela en eso tan complicado de lidiar en el ámbito político. A su favor cuenta el haber sabido sacudirse ciertas rémoras atávicas, que acaso pudieran ensombrecer una trayectoria inteligente, basada en el esfuerzo y la atinada visión de cómo evoluciona la sociedad. Suele ocurrir que el alumno rompa amarras, eligiendo el camino del criterio propio en aras a lograr un tiempo nuevo. La foto de sonrisas sinceras en la que aparece Marta Barrachina flanqueada por Javier Moliner y Pepe Martí, dos grandes antecesores, resulta positivamente reveladora.

Marta ha sido elocuente al rechazar el sectarismo que suele subyacer en lo que Maquiavelo definió arte del engaño, lanzando una promesa: «No borrar lo que han hecho los gobiernos anteriores». Desde Joaquín Farnós hasta Martí, pasando por Paco Solsona, Carlos Fabra y Javier Moliner, todos han dejado tras de sí un legado valioso en el palacio de Las Aulas.

Periodista y escritor

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