El Banco de Alimentos de Castellón

Nuestro objetivo, el de la Diputación de Castellón que tengo el honor de presidir, es ayudar a las personas. Los castellonenses están en el centro de todas nuestras políticas y ellos son los verdaderos protagonistas de cuantas acciones llevemos a cabo. Y el ejemplo más claro de nuestra filosofía de trabajo es que, en cuanto nos hemos puesto al frente de esta gran institución, hemos reactivado el convenio con el Banco de Alimentos, tras más de 20 meses de bloqueo económico por PSOE y Compromís.

El principal objetivo del Banco de Alimentos de Castellón es obtener alimentos en perfectas condiciones de consumo para redistribuirlos de manera gratuita a las personas sin recursos de toda la provincia, a través de las organizaciones benéficas asociadas. Y todas las personas que colaboran en esta inmensa cadena de solidaridad son voluntarios, son personas que, por encima de ideologías, creen en las personas.

El Banco de Alimentos realiza una gran labor a favor de los más necesitados en toda la provincia. Nadie puede cuestionar el gran trabajo social y humanitario que realiza el Banco de Alimentos de Castellón.

Lamentablemente, el número de personas que tiene recurrir a esta ayuda está aumentando de manera exponencial en nuestra provincia debido al encarecimiento generalizado de todos los productos, pero también por la crisis que, por culpa de la falta de ayudas del Gobierno de España, está atravesando la industria cerámica que está dejando a muchos castellonenses en una situación precaria.

Y es que, mientras no se adopten desde Madrid medidas reales y eficaces para garantizar la rentabilidad de la industria cerámica y también para paliar la imparable subida de los precios, las dificultades para las familias van a seguir creciendo. Sin cobrar el dinero que Diputación le adeudaba, y sin un respaldo mayor desde las administraciones públicas, la labor que realizan con miles de familias profesionales y voluntarios del Banco de Alimentos, se ve gravemente amenazada. Sin ayuda oficial, difícilmente puede sobrevivir una entidad de este tipo.

Por eso, desde la Diputación de Castellón no podíamos quedarnos de brazos cruzados, como hicieron nuestros antecesores, y ya hemos solucionado tan grave problema. Estamos al lado de quienes más nos necesitan y, por eso, era de justicia que el Banco de Alimentos no esperase más para percibir los 25.000 euros de ayuda económica que tiene suscritos mediante el convenio firmado con la Diputación.

Pero no podemos conformarnos con lo hecho. No se trata únicamente de cumplir con los trámites burocráticos para quedar bien. Queremos que la Diputación de Castellón sea realmente útil para los ciudadanos de todos y cada uno de los 135 municipios de nuestra provincia. Y nuestra voluntad es la de aumentar la ayuda económica que destinamos al Banco de Alimentos de Castellón, una organización referente en la provincia e imprescindible para mejorar la calidad de vida de los más desfavorecidos.

Un trabajo digno de todo nuestro respeto y apoyo, sobre todo teniendo en cuenta que se realiza de una manera desinteresada. Vamos a seguir trabajando desde la Diputación Provincial de Castellón --este es mi compromiso de presidenta-- para favorecer el reconocimiento de estas valientes y necesarias instituciones, y lo haremos con más ayuda para ampliar al máximo posible esta cadena solidaria.

Es incuestionable la gran labor social que realiza el Banco de Alimentos, llegando donde las administraciones, en muchos casos, no podemos llegar. No solo la Diputación de Castellón, sino toda la provincia tiene una deuda moral con el Banco de Alimentos y, sobre todo, con todos los hombres y mujeres que dedican su tiempo de manera desinteresada para que la vida de los demás sea un poquito mejor. Cuando en nuestra provincia hay familias enteras que tienen graves problemas para poner un plato de comida en la mesa, no puede haber más ideología que la solidaridad. La de trabajar por y para las personas.

*Presidenta de la Diputación de Castellón, presidenta provincial del PP de Castellón y alcaldesa de Vall d’Alba.

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