El saco de dormir

La última vez que lo había devuelto a su funda había sido en julio del 2012. Al abrirlo de nuevo en los Pirineos este verano, me vino el recuerdo de los madrugones para lanzarse a andar por la montaña, de la lluvia fina golpeando en la cara que te despertaba más que el café. De la niebla del Finisterre con la mochila en la espalda. Algo tan simple como volver a cerrar los ojos en mi viejo saco de dormir me ha devuelto bonitos recuerdos extraviados. Un viaje en el tiempo dentro de un traje ligero. Pero también me ha situado de frente a la contundencia del paso del tiempo, y de cómo el mundo ha girado en una década. Porque aquellos eran años en los que mayormente nos comunicábamos por SMS, donde Instagram era una aplicación que ganaba en popularidad desde la simple pasión por la fotografía, o en los que aún te guiabas por recomendaciones del entorno. Una vida de ya escasos matices analógicos pero muy lejos de nuestra realidad puramente digital.

Nunca nuestros antepasados vieron tantos y tan relevantes cambios en su forma de vivir en 10 años como estamos viviendo en estas últimas décadas que nos ha regalado la tecnología. Ahora, la velocidad a la que se mueve la Inteligencia Artificial llama a la puerta de profundos cambios transversales que iremos viendo en nuestro día a día implantarse a una velocidad, seguramente, aún mayor. ¿Dónde estaremos no ya en 10, sino en 5 o 3 años? Por mucho que tracemos la clara línea del avance tecnológico, es difícil predecir con certeza cómo estos nuevos hitos modificarán la manera en que nos relacionaremos, sentiremos, compraremos, aprenderemos. O trabajaremos. Sí parece claro que no nos quedará otra que aprender a manejarnos con los retos que la IA nos va poniendo encima de la mesa.

Los indicadores apuntan a una clara conclusión: renovarse o quedarse atrás. Según recoge el informe sobre el Futuro del Empleo 2023 del Foro Económico Mundial, más del 75% de las empresas en el mundo adoptarán tecnologías de big data, computación en la nube o IA en un lustro. De hecho, este avance incesante junto a las tendencias globales obligará al 60% de trabajadores a formarse de nuevo en su trabajo para poder continuar ejerciendo su fuerza productiva. Anticiparnos, como profesionales y empresas, es la única respuesta posible que debemos permitirnos. Por muy calentito que se esté dentro del saco.

Director y Chief Strategy Officer de Twelfhundred. Profesor de la UJI

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