A fondo

Campeonas

María Victoria Garrido

María Victoria Garrido

Ya sabemos que de lo que no se habla no existe, así que hablemos de fútbol y feminismo, dos temas que marcan la actualidad deportiva y social. 

Las jugadoras de la Selección Española de Fútbol se han convertido en campeonas del mundo al superar a Inglaterra en la final del Mundial. Hasta el momento, solo una de nuestras selecciones absolutas de balompié había tocado el cielo, la selección masculina en 2010.

Todavía hoy recordamos con claridad cómo Camacho cantaba el gol de Iniesta y la cantidad de horas que se dedicaron a homenajear a los jugadores. Sin embargo, pocas semejanzas podemos encontrar entre una cobertura y otra. En 2023, las tertulias no hablan de Olga Carmona, ni de la ganadora del Balón de Oro o del juego que han desplegado las campeonas para hacerse con la copa. Esta vez se habla de un gesto de abuso realizado por un hombre desde su posición de poder que ha puesto en el foco mediático a una mujer que no buscaba ser protagonista por ello. 

Es decir, el machismo ha robado el protagonismo a lo que realmente importa, nuestras campeonas y su gesta. A estas alturas, todos y todas hemos oído o leído sobre el tema Rubiales, por ello, no dedicaré mis palabras a hablar de un machista que ha decidido ser protagonista cuando no le toca. De un personaje que lejos de pedir disculpas por una actitud reprochable se ha asignado a sí mismo el papel de víctima, de una institución podrida que ha demostrado de forma contundente cómo el patriarcado continúa instalado en nuestro deporte. De unos clubes y unos jugadores que no han salido en tropel a condenar una acción y a apoyar a una jugadora que debería ser hoy portada de todos los periódicos por su habilidad con el balón, su desparpajo, su trabajo y su calidad humana.

Pero ante una RFEF desacreditada, hemos visto a una sociedad comprometida con la causa feminista, una sociedad que no ha tolerado un nuevo ataque contra las mujeres y ha clamado contra los abusos de poder. El feminismo se ha colado en los discursos apelando a una igualdad que se ha demostrado muy necesaria. 

Porque la única vacuna que cura el patriarcado es el feminismo. Así que, ¡sembremos feminismos contra el machismo! Solo me queda por añadir: ¡Enhorabuena, campeonas!  

Secretaria de Igualdad del PSPV de Castellón