Fajardo y Cortells, inhabilitados a perpetuidad

Maria Fajardo y Santi Cortells, concejales por Compromís en el Ayuntamiento de Vila-real, están en el tiempo de descuento. No les queda otra salida que dimitir tras acusar a Javier Serralvo (PSPV) de saltarse un control policial --antes de tener un accidente con su moto en el término de les Alqueries-- y resultar falso. La Comandancia de la Guardia Civil, máximo órgano de este cuerpo en la provincia, y las Policías Locales de Burriana, les Alqueries y Vila-real así lo certifican.

Por tanto, Fajardo y Cortells tienen que sacar a la luz las «pruebas fidedignas» que dicen tener en su poder o, de lo contrario, dejar la política y marcharse a casa. Por esa dignidad y trasparencia que tanto pregonan.

Serralvo ha tenido la decencia de renunciar a su acta después de dar positivo en alcoholemia tras salirse de un camino con su moto cuando volvía de madrugada del Arenal Sound. Ha puesto el listón muy alto y eso le honra. Conozco a jueces, políticos, periodistas... que superaron el nivel de alcohol permitido y continuaron en sus cargos. Cada uno sitúa el nivel de decencia donde considera.

Odio

Lo que resulta «inaceptable, inaudito e inhumano», como dice Serralvo, es que dos compañeros de corporación desprendan ese odio al acusarle de «desobedecer» el alto de un supuesto control policial. Eso es gravísimo. Equivale a servir a Vila-real desde la falsedad y la ciudad no merece a Fajardo y Cortells sentados en el salón de plenos.

Al margen de este rifirrafe que huele a estiércol, quiero dejar escrito que Vila-real pierde a un concejal digno y a una muy buena persona. Ahí está su prestigio social y el cariño que le profesan los vila-realenses.

Este Compromís no es el que le gustaría a Maria Gràcia Molés, seguro. Y si Pasqual Batalla levantara la cabeza, saldría corriendo.

Subdirector de ‘Mediterráneo’

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