AL CONTRATAQUE

Hojas, viento e iniquidad

Habría que conservar el parque Ribalta como nos lo regalaron en el siglo XIX y estaba a principios del XX

Paco Mariscal

Paco Mariscal

Amigos del Riu Sec en la capital de la Plana y demás comarcas norteñas valencianas, afirmaba el sensato Antonio Machado que era conveniente ser conservadores, si cuanto se aspira a conservar no es la sarna. Conservar el Parque de Ribalta en Castelló tal como nos lo regalaron el siglo XIX y con las mejoras que se realizaron las primeras décadas del XX, no pica ni escuece de forma perniciosa. La anterior edil principal junto al cauce seco castellonense, Amparo Marco, y también la actual, Begoña Carrasco, son de forma lamentable conservadoras de la sarna y el escozor urbano. Ni la una ni la otra quieren que las futuras generaciones contemplen un patrimonio cultural original; mantienen sin eliminar la agresión tardofranquista que se realizó en el bello parque castellonense; una agresión antiestética que destrozó la Pérgola modernista existente y nos colocó en su lugar un adefesio de ladrillo y cemento: iniquidad que no conservadurismo positivo.

Vecinos, en otro orden de cosas o ámbitos, en modo alguno supone conservar sarpullidos o erupciones cutáneas, la defensa de los valores de antaño y hogaño, de hoy y de siempre; valores tales como los que conllevan el trabajo responsable y bien hecho, el afán de superación y el esfuerzo: son valores morales de carácter individual, social e incluso político. Mucho nos dejó escrito a este respecto el profesor apócrifo Juan de Mairena, el alter ego de Machado. El decrépito plumilla que suscribe, recuerda ese conservadurismo positivo, cuando cruzamos el ecuador de este Adviento del 2023, enmarañado por el rencor y la falacia en la política hispana, y con el adefesio sobre la verdadera Pérgola que contemplamos a diario. Y falacia es algo que se presenta como verdad sin serlo, como ese afecto que dicen sentir por Castelló personajes políticos como Marco y Carrasco. Pero, al fin y cabo, este Adviento empuja a conservar el Ribalta, los valores tradicionales, el latín y la música gregoriana en la liturgia.

Discos vendidos

Porque, miren ustedes vecinos, la Iglesia Romana, en su concilio Vaticano II, apartó el latín de la liturgia en favor de las lenguas vulgares de los pueblos y naciones del Orbe. Pero luego graban los monjes de Silos un disco con cantos gregorianos que incluyen el Veni Creator Spiritus y el Rorate Coeli desuper de Adviento, y venden latín y gregoriano a raudales: centenares de miles de ejemplares de dicho disco con las voces de los frailes se compraron en California, Polonia, Oviedo y unos cuantos en Castelló del Riu Sec. Las voces son de una finura impecable. Los monjes no tienen la garganta podrida como los mariachis del famoso corrido mexicano, que fumaban y también cantaban.

Es que, amigos de la huerta y el secano, el éxito de ventas radica en los textos latinos. El Veni Creator del siglo IX es una apelación al Espíritu Santo en la que solicitamos que nos ilumine la mente, sin olvidarse de nuestros políticos; el Rorate Caelis, que se canta en Adviento, es un himno esperanzador, cuyo texto procede del profeta Isaías. En el Rorate le pedimos al Altísimo que se olvide de nuestras iniquidades que, como hojas caídas, arrastró el viento. Gregoriano que conmueve. Latín que se ha de conservar. En este mundo globalizado todavía son muchos los conservadores que quieren conservar lo valioso sin sarna. La sarna la dejamos estos días en la verborrea del odio de la Extrema Derecha de los patrioteros de Vox.