LA RUEDA

Esperemos que el amor a la vida...

Vicent Zaragoza

Vicent Zaragoza

Querido/a lector/a, como decía un destacado ecólogo español en el programa 24 horas de la TVE, todas las cumbres sobre el clima son importantes aunque, a pesar de los esfuerzos, no se llegue a ningún acuerdo. Por lo menos, seguía diciendo, sirven para informar, movilizar, crear conciencia… Pero bueno, para el bien de la humanidad, parece ser que en la cumbre del COP28 celebrada en Dubái sí ha habido acuerdo y, en consecuencia y por lo que veo, leo y escucho, se está celebrado con bombo y platillos. Y es que no me extraña ni es para menos: después de 30 años de reuniones y toda clase de movidas ecológicas, el texto del pacto climático apunta a dejar atrás petróleo, gas y carbón, los casi 200 países asumen que deberán endurecer sus planes climáticos en el 2025 y, como novedad sustancial, aparece que un nuevo fondo de daños compensará a las naciones más vulnerables. En conclusión, y por honor a la verdad, hay que reconocer que nadie esperaba un resultado que, sin duda alguna, repito, supera todas las expectativas.

¿Tiene trampa?

Bueno pues, teniendo en cuenta que toda la gente seria que sabe de esto vaticinaba, por no decir que profetizaba, un claro desacuerdo, cuando uno ve el compromiso firmado sobre el papel, es justo que se pregunte aquello de: ¿Qué ha pasado aquí? ¿Todo esto tiene trampa? La respuesta, si miramos lo que ha sido el pasado, es sí, puede tener trampa. Son muchos las cumbres que después de declarar y firmar un montón de maravillosas esperanzas, o no se han cumplido o, en última estancia, se han cumplido menos de lo prometido. Incluso, en esta ocasión, lo ha dicho alto y claro el presidente del COP28, el sultán Al Jaber, cuando en la presentación del mismo ha reconocido que será tan valioso como lo sea su cumplimiento. Y es que, su cumplimiento solo depende de la voluntad de la nación firmante. No se responde ante nadie. Si no se quiere cumplir no se cumple y no pasa nada. Esperemos, pues, que el amor a la vida, al ser humano y a la tierra, supere una ambición tan egoísta como mortífera.

Analista político