LA RUEDA

Hablando de la paz

Henri Bouché

Henri Bouché

Cualquier día es bueno para hablar de la paz y cualquier día es malo para referirse a la guerra. Justamente ahora, cuando esta última invade las páginas de los medios de información y noticias, y siempre, es oportuno hablar de la paz. Ya en su tiempo Mahatma Gandhi, líder por excelencia de la paz, decía aquello de «no hay camino para la paz, la paz es el camino», aunque sus palabras fueran para él un testamento que nos dejó, ya que, poco después, en 1948, fue vilmente asesinado.

Ahora, cuando el calendario nos aproxima a la fecha del 30 de enero --la semana próxima-- la conmemoración de su muerte y la celebración del día Escolar de la No violencia y la paz nos recuerdan hechos fundamentales para sumergirnos, al menos ahora, en esta problemática tan esencial y tan poco respetada por parte de la humanidad.

Guerras absurdas

Pensemos no solo en Oriente Próximo, sino en otros tantos lugares sometidos hoy a las guerras absurdas, a la muerte y a la destrucción para constatar la ausencia de paz y los excesos de conflictos y guerras, para los que no hay mejor aforismo que el citado al principio: «la paz es el camino». Y ello hasta en los conflictos domésticos que, no por serlos, resultan menos importantes. La paz en la familia, en el trabajo o en la escuela marcan, muchas veces, nuestras vidas.

La paz no es solo ausencia de conflicto o guerra; es aceptar las diferencias y tener capacidad de escucha, respetar y aceptar a los demás, así como vivir de forma pacífica y unida. Algo que celebraciones como las que prontamente nos esperan --la semana próxima-- tratan de recordar en cualquiera de las ramas sociales de la humanidad y, dentro de nuestros medios, resolverlas.

Profesor