A FONDO

Bajar impuestos, vivienda y salud mental

Son prioridades del Gobierno de l’Alcora, compromisos que ya son hechos o pronto lo serán

Samuel Falomir

Samuel Falomir

No adornamos nuestra gestión con frases grandilocuentes ni pretendemos deslumbrar con destellos fastuosos. No perseguimos batir récords Guinness ni alimentar vanidades. Tampoco prometemos el oro y el moro… ya se sabe, nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir.

La máxima aspiración que tenemos como equipo de gobierno es cumplir con los compromisos adquiridos con nuestros vecinos y vecinas. Y si podemos conseguirlo es, precisamente, porque no vendemos humo. Porque somos realistas y tenemos los pies en el suelo.

En lo que una administración tiene competencia directa, si las promesas son viables, seamos claros: querer es poder. No hay más. Un claro ejemplo son los impuestos. En l’Alcora, para contribuir a hacer frente a la crisis derivada del coronavirus, la guerra en Ucrania… nos comprometimos a bajar el IBI un 10%. No sin antes asegurarnos de que era viable hacerlo sin disminuir ni mermar la calidad de los servicios que ofrecemos como Ayuntamiento. Fue dicho y hecho. Modificamos la ordenanza, y ahora, ciudadanos, empresas… se benefician de esta rebaja fiscal.

Tenemos en el lado contrario a la actual Diputación de Castellón. Erigiéndose como salvadores de la industria, exigían y se comprometieron (mientras estaban en la oposición) a eliminar el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE). Fue dicho, sí --y muy alto--, pero no hecho. Para el Partido Popular, de las promesas a los hechos va un buen trecho. Algo más coloquial, aunque no menos oportuno, es eso de prometer hasta meter… Hasta meterse en el Gobierno, en este caso, y después de conseguido, ni rastro de lo prometido. O bien no quieren, o bien no pueden, por no ser viable para la estabilidad de la Diputación. En cualquier caso, pecan o de mentirosos o de imprudentes vendehumos.

Otra de nuestras prioridades es impulsar vivienda asequible en l’Alcora. Aunque para conseguirlo, en este caso, interviene también el factor externo (otras administraciones competentes e iniciativa privada). Hace casi 20 años que no se construyen viviendas de protección oficial en nuestro pueblo, así es que tenemos un problema en esta materia. Somos los primeros en reconocerlo y, por eso, hemos tomado cartas en el asunto. Entre otras iniciativas, hemos creado la concejalía de Vivienda, hemos reservado en el presupuesto de 2024 una partida para adquirir los terrenos necesarios, estamos hablando con los propietarios de aquellas parcelas que cumplen los requisitos, hemos constituido una comisión técnica para fomentar la adquisición de viviendas en el casco antiguo…

Vivienda digna

Soy consciente de que no es un objetivo fácil, pues, insisto, no depende únicamente de la administración local, pero puedo asegurar que por nuestra parte no será, pues estamos haciendo y vamos a seguir haciendo todo lo posible para que, sobre todo jóvenes y colectivos vulnerables, puedan optar a una vivienda digna en l’Alcora a precios asequibles para que tengan la oportunidad de desarrollar aquí su proyecto de vida.

Aunque hay muchos más, por cuestión de espacio, el último de los temas que he puesto como ejemplo de nuestras prioridades es la salud mental. Un asunto del que el PP habla también mucho en campaña, mucha promesa… pero, a la hora de la verdad, allí donde tienen competencias, nada de nada. En l’Alcora llevamos ya tiempo impulsando campañas dirigidas a informar y concienciar sobre la importancia de cuidar la salud mental y de acabar con los prejuicios existentes.

Sufrir en silencio

Dar mayor visibilidad a los problemas de salud mental ha supuesto un impulso para que muchas personas dejen de sufrirlos en silencio y den el paso para reconocerlos y buscar ayuda. Esto es muy importante, sin duda, pero lo fundamental es que las administraciones competentes destinen los recursos necesarios a prevenir y actuar frente a estas enfermedades. Porque sin salud mental, sencillamente, no hay salud.

Está claro --o debería-- que la confianza de un pueblo no se gana con promesas, sino con trabajo, hechos y realidades. A los resultados de las pasadas elecciones me remito, en las que conseguimos una confianza histórica por parte de los alcorinos y alcorinas. Nuestra respuesta, como siempre: trabajo, trabajo y más trabajo.

Alcalde de l’Alcora y secretario general del PSPV-PSOE en la provincia de Castellón