Opinión | EL TURNO

DEP, mosén Ricardo

Esta ha sido una semana de emociones. Hemos despedido con gran dolor, pero también llenos de agradecimiento, a mosén Ricardo Fígols, que ha sido nuestro párroco durante la última década. Su enfermedad ya nos avisó hace algunos meses de que la despedida estaba cerca y, aunque la comunidad pueda hacerse a la idea, despedir a un amigo es siempre tarea difícil. Con él hemos compartido los momentos más felices en la vida de nuestros vecinos: bautizos, comuniones, confirmaciones y matrimonios; y también los más tristes, en los funerales de nuestros seres más queridos. Junto a mosén Ricardo hemos podido celebrar nuestra tradición y nuestra fe, en cada ceremonia, con cada colectivo, durante los festejos en honor a nuestros patrones, Sant Roc y la Mare de Déu de l’Ermitana; durante los festejos del calendario litúrgico, la Navidad, la Semana Santa y tantas y tantas jornadas de celebración compartida.

Lo vivió y lo compartió como uno más, entregado generosamente a la comunidad. Durante la misa exequial tras su pérdida, no quedó un banco libre en la iglesia de Santa María, que se quedó pequeña para despedirle. La ceremonia religiosa, a cargo del obispo de Tortosa, Sergi Gordo, estuvo llena de referencias a su trayectoria vital y, sobre todo, del cariño de todos aquellos que le conocieron y reconocieron en él a un compañero, a un amigo a quien acudir en busca de consejo y consuelo.

Pandemia

Junto a él celebramos en pandemia y confinados días importantes en los que no dudó en ponerse al servicio del pueblo, enviando mensajes en vídeo para que desde los canales institucionales pudiésemos llevar a todos los hogares ese mensaje de celebración y consuelo, de ánimo y soporte.

Su despedida ha coincidido esta semana con la conmemoración del 601º aniversario del fallecimiento del Papa Luna en nuestra localidad, en el cierre del Año Papa Luna. Con todo el respeto y con la voluntad de divulgar la figura y legado del pontífice, junto a la Associació d’Amics del Papa Luna y la Diputación Provincial, hemos podido disfrutar de una programación interesantísima que finalizaba justo en el día que despedíamos a nuestro párroco.

Una coincidencia que hará que la fecha, en Peñíscola, sume aún mayor emotividad, con el recuerdo de esta despedida. Mosén Ricardo, del mismo modo que su antecesor, mosén Manel, y muchos otros antes, ya forman parte de la historia de nuestro municipio, la que se escribe con las letras de emoción y agradecimiento, como explicaron los catequistas. Mosén Ricardo, descanse en paz, no le vamos a olvidar.

Alcalde de Peñíscola