La Asociación de Escuelas Infantiles de Vila-real alerta de las posibles consecuencias negativas para el sector que tendrá la anunciada creación por parte de la Conselleria de Educación de otra unidad para escolarizar a niños de cero a tres años en el colegio Pascual Nácher, que se sumará a las ya existentes en el Carlos Sarthou y en el Concepción Arenal.

Así lo han expresado a Mediterráneo desde esta entidad, que reúne a seis centros privados de la ciudad, quienes lamentan que la decisión «se haya tomado sin tener en cuenta nuestra opinión, máxime teniendo en cuenta que en el 2012 realizamos un esfuerzo muy importante para adaptarnos a la normativa para poder ser escuelas infantiles autorizadas».

Y es que, según exponen, «Vila-real es uno de los municipios de toda la Comunitat que más plazas oferta en relación a su número de habitantes en este tipo de centros educativos». Y hacen hincapié en que, al tratarse de un periodo de escolarización que no es obligatorio, «se suele matricular más o menos a la mitad de los niños».

En este sentido, destacan que del 2019 hay 421 pequeños, cuando las plazas totales que se ofrecen son 324. Una cifra de nacimientos que se reduce hasta los 404 en el 2020, lo que «eleva el riesgo de que las escuelas infantiles privadas acaben con dificultades para seguir adelante».