VILLARREAL CF

La crónica | El Villarreal enmudece al Bernabéu con un Samu letal (2-3)

Chukwueze lidera al Submarino a una victoria histórica en una noche mágica ante el Real Madrid

Samu Chukwueze, en el primer golazo ante el Real Madrid, tras romper a Nacho.

Samu Chukwueze, en el primer golazo ante el Real Madrid, tras romper a Nacho. / Rodrigo Jimenez

Ismael Mateu

Ismael Mateu

Dando la cara, jugando de tú a tú, queriendo el balón y empequeñeciendo en muchas fases del partido a su rival...así lució ayer el Submarino en uno de los templos del planeta fútbol, el Santiago Bernabéu. El Villarreal CF ha tuteado al actual campeón de LaLiga y de Europa, el Real Madrid, equipo que no se tomó el duelo de anoche como un pasatiempo, pese a no tener nada que hacer en el torneo doméstico, y al que los de Quique Setién le sacaron los colores.

El 2-3 con el que el conjunto de la Plana Baixa se llevó la victoria tiene nombre y apellido: Samu Chukwueze. El extremo nigeriano dio un recital en el coliseo blanco. Regates, velocidad, dinamismo, uno contra uno, calidad y dos golazos. El futbolista amarillo destapó el tarro de las esencias, fue una tortura para la zaga blanca y se mostró en el mejor escenario posible, el Santiago Bernabéu, que enmudeció y se rindió a su talento. Suyos fueron el primero --el del empate--, y tercero --el de la victoria--, de los tantos del Submarino ayer, que junto al de Morales sirvieron para tumbar al Real Madrid en un gran partido.

Samu celebra el segundo golazo al Real Madrid.

Samu celebra el segundo golazo al Real Madrid. / Chema Moya

El conjunto amarillo tenía claro que el Bernabéu podía ser propicio para puntuar teniendo en cuenta que el Madrid tiene partido de cuartos de final de la Champions League la próxima semana.

Por dicho motivo, Setién salió con un planteamiento valiente al coliseo blanco. El técnico cántabro quería el balón y puso un once sin delantero centro, ubicando a Giovani Lo Celso, la gran novedad en la alineación, de falso ‘9’. Todo un acierto, ya que el Submarino se adueñó del balón en la mayoría del encuentro.

El preparador groguet puso en practica su once de gala, con Mandi por Albiol, todavía aquejado de sus problemas de rodilla, con Parejo, Terrats y Baena en la medular, y en ataque Chukwueze y Yeremy como extremos, con Lo Celso de teórico delantero centro, con libertad de movimientos.

Mazazo inicial

El encuentro no comenzó bien para los de la Plana Baixa. Con la inercia de su público y la velocidad de Vinícius Júnior y Rodrygo Goes, el equipo de Carlo Ancelotti apretó desde el inicio, percutiendo por ambas bandas. En una de dichas galopadas, el citado Vinícius ganó la espalda a la zaga amarilla para poner un pase de la muerte que abortó Mandi, cuyo rechace le cae a Marco Asencio, quien en su intento de pase le pone un balón al cuerpo de Pau Torres que se introdujo en el marco amarillo: 1-0 con 16 minutos jugador. Se temía lo peor.

Pero contrario a lo que pudiera parecer, a excepción de otro arreón merengue, el tanto blanco espoleó a los groguets. Desde el minuto 20, Parejo sacó su repertorio de pases y dominio del esférico y, en sociedad con Lo Celso, se adueñaron del balón y del partido.

Ambos sirvieron de rampa de lanzamiento para los extremos, Yeremy Pino y especialmente Samu Chukwueze, que anoche se mostró al planeta fútbol en el mejor escenario posible, nade menos que el templo del Bernabéu.

La maquinaria amarillo comenzó a funcionar y el propio Samu, por dos veces, Baena y Lo Celso pusieron a prueba a Courtois. El Madrid estaba desbordado y el Villarreal mandaba en el encuentro en una gran primera mitad.Y antes del descanso, el Submarino obtuvo recompensa con un golazo de Chukwueze, que recogió el balón en la frontal, percutió en el área y rompió a Nacho para fusilar y establecer el empate.

Con el 1-1, que hacía justicia, se llegaba al final de un primer acto en el que el equipo de Setién realizó 10 disparos a portería, casi nada ante todo un Real Madrid.

Nuevo contratiempo

El segundo acto comenzó igual que el primer. El Madrid se encontró con el 2-1 enseguida. Eso sí, la jugada de Vinícuis Júnior fue una maravilla, aunque con un Mandi demasiado condescendiente en el área.

Quedaba toda la segunda mitad, pero nuevamente con el marcador en contra. Pero como sucediera con el 1-0, el Villarreal sacó su mejor versión de la temporada en los 40 minutos finales.

Con Parejo, Trigueros --reemplazo a Terrats--, Baena y Lo Celso en plan dueños del balón, el Submarino hizo un rondo en la mitad del campo en la que defendía el Real Madrid. Con Chukwueze y Yeremy como percutores y ejecutores por banda.

El equipo groguet dominaba y creaba ocasiones. Incluso se le anuló un gol por fuera de juego a Mandi en el 58. Había que marca, pero el Villarreal perdonaba y eso en el Bernabéu es jugar con fuego.

Hasta que volvió a aparecer don Samu. El nigeriano inició la jugada que terminó con el empate de Morales en el 69, anulado por el colegiado pero validado por el VAR, e hizo enmudecer al Santiago Bernabéu con un golazo que firmaría el mismísimo Messi en el 80, tras encarar, recortar hacia adentro y meter un escuadrazo desde la equina del área: 2-3 y para casa. Y eso que el árbitro, Arberola Rojas, quiso inventarse un penalti que el VAR anuló. El Villarreal ha presentado su candidatura a la Champions en el mejor escenario posible sacándole los colores al campeón de Europa. 

Suscríbete para seguir leyendo