La mina de arcilla de Morella sufre por la crisis de la cerámica

La sociedad Arcillas Vega del Moll, propietaria de una explotación minera de arcillas en Morella, es una de las tantas empresas auxiliares del sector cerámico que pasa por dificultades. La gerente de la compañía, María José Adelantado, señala que en los últimos tiempos han sufrido un descenso de clientes, lo que se ha sumado al conflicto comercial entre España y Argelia, que ha cortado el envío de arcillas con destino a este país norteafricano. «Algo que nos ha hecho padecer bastante», según detalla.

Considera que la empresa se ve envuelta «por una incertidumbre muy grande». El volumen de producción «ha bajado de unas 400.000 toneladas anuales a unas 180.000», por lo que se han tenido que tomar fuertes ajustes laborales, con el despido de la mitad de la plantilla: de 12 empleados se ha pasado a siete.

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Amenazas para el futuro

A pesar de que muestra su esperanza de que la situación remonte, expone que en estos momentos están amenazados por la crisis del gas y los precios de los carburantes. A ello añade la sustitución de materias primas en el azulejo. «Se ha pasado de la pasta roja a la blanca, porque hemos ido a remolque de Italia, y vemos cómo España no ha sabido defender su materia prima, que además contamina menos, al no tenerla que traer en barcos», concluye.

Actividad cultural

Vega del Moll no solo se ha dedicado a la extracción de arcillas rojas para las empresas de la cerámica de Castellón. Em los últimos años ha destinado numerosos recursos económicos -hasta 1,5 millones de euros- para dar a conocer el pasado paleontológico de la comarca de Els Ports. La explotación minera sacó a relucir restos de dinosaurios, con el descubrimiento de una nueva especie, el Morelladon beltrani, como principal hito.

Una acción que ha contado con la coordinación del paleontólogo José Miguel Gasulla, con cerca de 20 años de trayectoria en la empresa.

Lentitud en la industria extractiva

Al complicado panorama de la industria extractiva en la Comunitat Valenciana se unen los retrasos para conseguir nuevos permisos. Un proceso que requiere de una gran complejidad, pero que en el caso de las peticiones realizadas en el territorio autonómico supone demoras de hasta 10 años. Una situación denunciada en diferentes ocasiones por la patronal de las industrias extractivas, Arival.

Sectores en apuros

La de las minas es uno más de los sectores que sufre de manera indirecta la crisis de las fábricas de cerámica. Desde hace unos meses se asiste a una reacción en cadena, que supone pérdidas de actividad y de empleo en el transporte de mercancías por carretera. También se han tenido que tomar decisiones adversas en compañías como Cartonajes La Plana, que se encuentra en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). Tal y como adelantó Mediterráneo en noviembre, la compañía, cuya actividad se centra en un 45% en los embalajes para la cerámica, ha aplicado paros temporales ante el descenso de sus pedidos.

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