Un tercer Botànic, en manos del voto de un tránsfuga

El apoyo de un diputado no adscrito es la clave para bajar la barrera electoral al 3% y asegurar la entrada en Les Corts de Podem, uno de los tres socios del actual Consell

Imagen de archivo de un momento del plenario de Les Corts Valencianes.

Imagen de archivo de un momento del plenario de Les Corts Valencianes. / Miguel Angel Montesinos

Maribel Amoriza

Maribel Amoriza

El intento de resucitar el proyecto de reforma de la ley electoral valenciana in extremis podría nacer muerto si se confirman los anuncios de quien se ha erigido en el portavoz del grupo de diputados no adscritos, Jesús Salmerón, en el sentido de que ninguno respaldará el cambio, para el que, además de los parlamentarios de PSPV, Compromís, Unides Podem y Ciudadanos (Cs), es imprescindible un voto más. Este trascendente sí solo podría salir del colectivo de los tránsfugas --de Cs y Vox--, ya que PP y Vox son totalmente contrarios a la propuesta. Otra posibilidad con igual final sería la ratificación de que la síndica de Cs, Mamen Peris, no controle a sus 13 diputados y alguno de ellos rompiera la disciplina de voto del partido. De nada valdría entonces que los partidos del Botànic convencieran a alguno de los tránsfugas.

La relevancia del proceso es alta. De hecho, rebajar del 5% al 3% el mínimo de respaldo en las urnas para poder acceder a Les Corts, principal objetivo de la iniciativa, resulta clave para que pueda constituirse un tercer Botànic.

La debilidad de los morados

La razón está en la debilidad de Unides Podem, al que la encuesta de Mediterráneo realizada en octubre le otorgaba un 6,9%, mientras que Ciudadanos se quedaba en el 2,9%, ambos con una tendencia a la baja que el CIS ratificó dos meses después, con una previsión del 5,6 y el 2,5%, respectivamente.

Con estas previsiones es, como mínimo, probable que los morados se queden fuera del Parlament si no hay cambio en la ley y se les exige --en su coalición con la marginal Esquerra Unida-- el 5% de las papeletas. Si así fuera, se complicaría sobremanera que PSPV y Compromís lograran sumar suficiente respaldo en las urnas para formar un tercer Botànic, esta vez con solo dos socios, lo que reforzaría las opciones de la derecha de gobernar.

En el caso de los naranjas, ni siquiera con la modificación hay expectativas de que puedan formar parte del nuevo hemiciclo valenciano, lo que convertiría el apoyo de Mamen Peris a la iniciativa en un acercamiento al PSPV, a Ximo Puig, que no es la primera vez que se da en las filas de Ciudadanos.

A cien días de las elecciones del 28 de mayo y con solo dos plenos por delante, la pelota está, sobre todo, en el tejado de los no adscritos. De estos, que suman seis, Jesús Salmerón, ya candidato del PP en Gátova, ya ha dicho que no secundará la reforma electoral, al igual que el diputado por Castellón y también ex de Cs, Vicente Fernández.

La igualmente exintegrante de la formación naranja por esta circunscripción, exedila de la capital de la Plana y exdiputada provincial, Cristina Gabarda, confirmó este jueves a este diario que su voluntad es la de «no facilitar que pueda haber otro Botànic", por lo que, de llegar a darse la votación para la reforma electoral, su voto se produciría en contra.

Por tanto, quedarían tres diputados entre los que el tripartito del Consell podría pescar el voto que urge para sumar los 66 necesarios de la mayoría cualificada que exige la normativa.

Son otros dos exintegrantes de Ciudadanos, José Antonio Martínez, Asunción Sanchís y la castellonense Rebeca Serna, que abandonó las filas en este caso de Vox.

Desde la base de la negativa de Mamen Peris a negociar la búsqueda de ese apoyo, los contactos informales que se están produciendo partirían del Botànic.

Jueves de reacciones

Con estas volátiles cartas sobre el tapete, este jueves fue una jornada de reacciones y declaraciones desde los distintos partidos en torno a la cuestión de sacar adelante o no la reforma electoral. PSPV, Compromís y Unides Podem recalcaron que siempre han defendido la rebaja del listón al 3%, pero ven «complicado» que pueda aprobarse. Por su parte, desde la formación naranja Mamen Peris, señaló que no ha sido su grupo quien ha abierto ahora «el melón» --ya lo llevaban en su programa en 2015-- y apuntó que la posición contraria del presidente de los populares, Carlos Mazón, es porque es «un líder un poco frágil y tiene miedo».

Desde el PP, el diputado Alfredo Castelló dijo que «no perderán un minuto en esta maniobra que solo es para salvar al soldado Puig», mientras Vox se opone a quitar una ley que «ha ayudado a la gobernabilidad manteniendo a partidos insignificantes fuera».

PSPV: «Seguir dialogando»

Por su parte, la vicesecretaria general del PSPV, Ana Domínguez, señaló preguntada por si el PSPV votaría a favor si se consiguen los apoyos apuntó: «Hay que seguir dialogando y ver qué pasa en las próximas semanas porque queda poco tiempo». El diputado de Compromís Josep Nadal señaló que «históricamente» han estado a favor de esta rebaja, al igual que la portavoz adjunta de Unides Podem Estefania Blanes recalcó que «evidentemente» están a favor. 

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