La presidenta de los veterinarios de Castellón: "El cambio climático afecta a las mascotas"

Presidenta del colegio de veterinarios de Castellón, Natalia Gil

Presidenta del colegio de veterinarios de Castellón, Natalia Gil / KMY ROS

Carmen Tomás Armelles

Carmen Tomás Armelles

Natalia Gil García es la nueva presidenta del colegio de veterinarios de Castellón. La presidenta, nacida en Alcora en 1970, es veterinaria de salud pública, especialista en apicultura y formaba parte de la ejecutiva de la entidad desde 2013. Sucede en el cargo a  Luis Miguel Gargallo.

¿Cuáles son sus prioridades para su mandato al frente del colegio de veterinarios de Castellón?

Queremos aumentar la implicación de los veterinarios en la vida colegial y el reconocimiento social de la profesión en sus ámbitos más conocidos pero también en los más desconocidos (como su papel crucial en seguridad alimentaria). Queremos seguir mejorando en la formación de nuestros profesionales porque con una legislación tan cambiante no hay otro modo de mantenerse informado. Durante este mandato se gestionará el cambio de sede colegial: los servicios que presta el colegio han crecido, su base social ha aumentado y necesitamos un local más amplio y mejor preparado. Ya lo hemos adquirido, tenemos un proyecto de reforma y ahora nos queda obtener las licencias para ejecutarlo. Seguiremos modernizándonos avanzando en la línea actual de digitalización y mayor presencia en redes. Ya implantada la sede electrónica, queda completar su necesario desarrollo para la sustitución del papel por las nuevas tecnologías. Y otra cuestión fundamental será lograr recuperar la figura del veterinario municipal: no se entiende que tanto la nueva legislación nacional como la autonómica den mayores competencias y obligaciones a los ayuntamientos, que los vecinos estén cada vez más sensibilizados con el bienestar animal, que haya cada vez más gente con un animal en sus casas, con los problemas de convivencia que a veces ello implica y que, siendo la administración más cercana y con más responsabilidades, no se tenga un experto, a un veterinario para atender las políticas locales a este respècto. De poco nos valen crear concejalías de bienestar animal si detrás no hay ni para contratar a un veterinario municipal. Algo hemos avanzado en este sentido: El Consell Valencià de Col.legis Veterinaris firmó en 2021 un convenio con la Federación Valenciana de Municipios y Provincias para crear una bolsa de trabajo de veterinarios para los ayuntamientos y vamos a trabajar también en la formación de los técnicos municipales en el conocimiento de la nueva legislación y del uso del RIVIA (Red Informática Valenciana de Identificación Animal). Por último, seguiremos reivindicando el acceso a algunos puestos en la Administración que, sin debida justificación, parecen estar vetados a los veterinarios.

¿Cuántos veterinarios hay en estos momentos en Castellón? ¿Han aumentado? ¿por qué?

Actualmente existen 383 colegiados en activo, de los cuales 229 son mujeres y 154 hombres y contamos con 32 jubilados que siguen dados de alta y cuya consideración tenemos siempre muy presente. Aunque la tendencia actual es de crecimiento moderado, cada año las altas superan a las bajas de colegiación. Sí que es verdad que en los últimos 10 años se ha aumentado en casi un centenar los colegiados. Los nuevos veterinarios se dedican mayoritariamente al sector clínico. De algún modo, supongo que ha afectado el hecho de que actualmente contemos con dos facultades de Veterinaria en la Comunidad Valenciana y también el hecho de que la figura del veterinario esté tan presente en la vida de los jóvenes que tienen que decidir qué rumbo profesional tomar. Sigue siendo una carrera muy vocacional

¿Cómo puede afectar la ley de protección animal estatal y autonómica a la práctica veterinaria? ¿qué valoración haría?

Las nuevas leyes de protección animal claro que afectan a la práctica veterinaria. Hablamos de una legislación nueva, con una nueva ley autonómica y otra estatal. Habrá que ver en qué no son compatibles. Es muy probable que hayan modificaciones por ello. La autonómica entró en vigor en marzo y la nacional lo hará en septiembre pero todavía queda pendiente el desarrollo posterior en muchos puntos clave. Además, no se trata de una legislación general, se ha bajado mucho al detalle y eso complicará los controles a realizar para asegurar su cumplimiento. Se está formando un nuevo gobierno valenciano y tenemos elecciones generales el 23-J, por lo que habrá que ver cómo afectan todos estos cambios a su aplicación y desarrollo reglamentario. Se han regulado nuevas obligaciones para veterinarios, propietarios y ayuntamientos. Se han producido cambios normativos de calado, se ha hablado mucho de ello pero ahora hay muchas cosas en el aire.  

¿Notan una creciente preocupación por parte de los propietarios de mascotas de tener protegidos a sus animales?

Sí, los propietarios de mascotas, afortunadamente, son cada vez más conscientes de lo importante que es la prevención para evitar enfermedades y que no es algo que haya que hacer solo durante unos meses sino durante todo el año.

Presidenta del colegio de veterinarios de Castellón

Presidenta del colegio de veterinarios de Castellón / KMY ROS

El cambio climático ¿puede tener un impacto negativo en la salud de nuestras mascotas? ¿cómo?

El cambio climático afecta a todo lo que nos rodea y nuestras mascotas no son una excepción. Las enfermedades que solo se transmitían en una época determinada del año o en unas zonas concretas, debido al calentamiento global, han ampliado su distribución geográfica y los insectos que las transmiten están activos ahora casi todo el año. Además, el cambio climático nos obliga a vigilar la entrada de nuevas especies que están cambiando su hábitat, no hay más que pensar, por ejemplo, en el mosquito tigre.

Estamos asistiendo a un incremento de problemas relacionados con la superpoblación de fauna salvaje, como jabalís, conejos o cabras ¿pueden tener un impacto perjudicial para otras especies y cómo? El colegio de veterinarios ¿puede jugar un papel clave?

En mayor o menor medida sí que pueden tener un impacto en todas aquellas otras especies que tienen contacto directo o indirecto con ellas, como es el ganado vacuno, ovino y caprino en pastoreo y también a aquellas otras especies domésticas que salen al campo, como perros pastores, cazadores, también –claro- los excursionistas, etc. En estos casos, principalmente, hablaríamos de problemas asociados a parásitos como garrapatas o sarna, bastante fáciles de controlar en los animales domésticos pero mucho más complicado de hacer en los salvajes. También nos tiene preocupados la posible relación con la tuberculosis ya que animales como el jabalí o la cabra podrían actuar como reservorios de la enfermedad. En animales domesticados de granja -como los cerdos o los conejos- es más difícil que generen problemas, a no ser que entrara en el país alguna enfermedad vírica muy contagiosa, como la peste porcina africana, que están extendiendo por Europa los jabalís. Las especies salvajes son competencia de la Conselleria de Medio Ambiente y la ganadería de la Conselleria de Agricultura, son ellas las que han de jugar un papel clave. A COVCS le corresponde colaborar y apoyar en cuanto pueda a estas consellerias. 

Hay una creciente preocupación hacia el bienestar animal en los festejos taurinos populares, ¿qué labor está haciendo el colegio de veterinarios en este sentido y si tienen alguna reivindicación que hacer?

Desde siempre, el COVCS ha velado y trabajado por la correcta ejecución de la normativa en todos los espectáculos taurinos. No podemos seguir siendo la excepción a lo regulado en el resto del país por las autonomías que también tienen este tipo de tradiciones. En esas regiones (Cataluña, Aragón, Madrid, Navarra, Andalucía, Extremadura, Castilla La-Mancha…) la presencia del veterinario sí está contemplada, es una figura imprescindible y tiene un papel reconocido. Es también lo que exige la Ley –tanto la autonómica como la nacional- pero, por encima incluso de ello y frente a tanto y tan permanente cuestionamiento por parte de los animalistas, es algo que necesita el festejo, que mejoraría también su imagen. El bienestar animal es para el profesional veterinario sólo uno de los aspectos a cuidar pero también existen otros, como el necesario control de la identificación de las reses, el de la transmisión de enfermedades y zoonosis y en los toros cerriles, la seguridad alimentaria. Muchos ayuntamientos de Castellón, que ya trabajan con veterinarios voluntariamente, pueden dar fe de que el veterinario resuelve problemas, ofrece mayores garantías, colabora y ayuda en el éxito de los festejos. La policía autonómica no se puede hacer cargo, por ejemplo, de revisar toda la documentación de las reses porque no está preparada para ello y porque no es su función. A finales de 2018 ya estaba todo acordado, había consenso y teníamos un borrador de nuevo reglamento. COVCS está a disposición de quien nos requiera para garantizar que haya un veterinario siempre que alguien lo pida pero, sobre todo, insistimos en que hay que dar una solución definitiva a esta situación tan anómala y retomar aquel decreto que se acordó y que alguien metió en un cajón. 

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En estos momentos se están adoptando medidas acerca de la gripe aviar, ¿es una enfermedad que deba preocuparnos? ¿Cómo están colaborando en ese sentido?

Nos debe preocupar desde el punto de vista de que una mutación del virus o una recombinación con el virus de la gripe humana podrían tener consecuencias y por ello, lejos de alarmar lo que hay que hacer es centrarnos en la vigilancia, el control y, claro, en la investigación. El virus apareció por primera vez en 1997 en China y desde entonces, en todo el mundo, se han dado menos de 900 casos de contagio en personas. Hay que vigilar el posible salto a mamíferos –y ya se han dado casos- pero el riesgo de que pase de las aves a los humanos, que se contagie de persona a persona, es bastante bajo. Este es el primer foco en la Comunitat desde 2007. Son aves migratorias y de ahí que se haya extendido la vigilancia a todos los parques naturales pero, de momento y gracias a las medidas de bioseguridad adoptadas, se ha evitado el contagio a cualquier ave de corral –que eso sí tendría un impacto importante en el sector- y las 10 personas que han estado en contacto con los animales afectados no han presentado síntomas, ni dado positivo. Tenemos ahora la gripe aviar, aún no hemos terminado de salir de la pandemia del Covid, aún recordamos la preocupación por la viruela del mono, el zika, sufrimos aquel susto con el ébola, seguimos padeciendo la tuberculosis bovina o la brucelosis, hay casos puntuales de rabia en Ceuta y Melilla… son todas zoonosis, enfermedades de origen animal que se pueden transmitir a los humanos. La lección que debemos de extraer con urgencia es que sólo existe una salud, no una para los animales y otra para los humanos. Debemos cambiar el enfoque de la salud pública hacia esa perspectiva –que nosostros llamamos One health- que sí conecta la sanidad de las personas y la de los animales y que considera también el entorno, el medio ambiente, porque nunca el hombre en su historia ha interactuado tan intensamente con los animales como ahora.

Es usted una gran conocedora de la apicultura, ¿cuáles son las amenazas para este sector en nuestra provincia?

El principal problema, tanto aquí como a nivel mundial, es la Varroa, un ácaro parásito de las colmenas que entró en España en 1985 y vino para quedarse, un ejemplo más de lo importante que es el control de enfermedades en el movimiento de animales. Esta enfermedad requiere el monitoreo continúo por parte del apicultor y la realización de tratamientos en los momentos adecuados o suponen la pérdida del colmenar. También se ve muy afectada por el cambio climático, que altera los regímenes de lluvias, falta de algunas floraciones y fallos en la cría de abejas, con lo que se envejece la población y no afronta bien el invierno. Este hecho disminuye el rendimiento del apicultor, ya que aumenta sus gastos por tener que alimentar a las abejas y además ve reducida su cosecha. Y no menos importante es el problema de competir con los precios de mercado de la miel importada de China, Ucrania (actualmente sustituída por Polonia), países con unos sueldos más bajos que repercuten en los precios. En ese sentido, debemos recordar al consumidor que nuestra miel tiene una alta calidad y que debemos fomentar la venta de proximidad. 

¿Se está actuando correctamente en cuanto a las colonias gatunas existentes en la provincia? Hay un creciente número de personas que alimentan gatos de forma descontrolada... ¿qué se puede hacer?

Creo que se está actuando relativamente bien. Se está intentando dar solución a varios problemas: se protege al animal, se evitan los conflictos que podrían acarrear los gatos asilvestrados y se controla la superpoblación. Quizás algunas cosas son mejorables, pues es muy importante realizar una buena gestión en cada colonia felina en sí (y ahí las protectoras realizan un gran trabajo). Pero una buena gestión a nivel municipal de todas las colonias existentes en su término requiere de coordinación a nivel municipal. La correcta gestión pasa por la ejecución de planes de captura, esterilización y suelta (CES) posterior. Si las colonias tienen más comida de la que necesitan, no las tienen controladas (identificados sus miembros) o no se ejecutan bien los programas CES surgen los problemas. Se puede contar con apoyo del sector veterinario para mejorar la gestión municipal y para la formación de las personas de las protectoras encargadas de cuidar estas colonias. Pero, insisto, la solución pasa también por la contratación de un veterinario municipal. 

Si hay algo que no le haya preguntado y quiera destacar...

Me gustaría dar visibilidad a mi profesión y poner en valor su esfuerzo y profesionalidad. Siempre he admirado nuestro anagrama “higia pecoris salus populi” que significa “ la higiene del ganado, la salud del pueblo”. Esta afirmación tan importante pasa a veces desapercibida.  Los y las veterinarias, lo somos por vocación y hacemos un trabajo muy grande, que en muchas ocasiones queda en la sombra. Nos ocupamos de los animales, tanto mascotas, tan importantes en cada hogar, como de las distintas especies ganaderas, para unos su sustento y para otros su alimentación. Nos ocupamos de la seguridad alimentaria del consumidor (inspeccionamos todos y cada uno de los establecimientos donde se fabrican o se sirven comidas); a veces actuamos como epidemiólogos, a veces como investigadores... No hay nadie que no se beneficie de “poner un veterinario en su vida”.

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