SANIDAD

Los médicos de familia alertan que dejar fumar en las terrazas es un retroceso

Reclaman al Consell que rectifique la decisión para proteger la salud de los valencianos

Según los expertos, el problema es la normalización del tabaco

Un joven, fumando en una terraza.

Un joven, fumando en una terraza. / FERRAN NADEU

M.M.

«Un claro retroceso en materia de salud pública». Así califica la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar la decisión del Consell de levantar el veto al tabaco en las terrazas de bares y restaurantes que entró en vigor el pasado jueves; la medida se mantenía desde la pandemia de la covid. «Es un error» en el objetivo final de desnormalizar el consumo de tabaco, reconoció el coordinador del organismo y doctor en Medicina, Joan Antoni Ribera Osca. 

Según éste es la Generalitat Valenciana, como garante del bienestar de todos los ciudadanos, fumadores y no fumadores, el que tiene la responsabilidad de adoptar medidas para proteger la salud de todos los ciudadanos. Por ello, considera que «no caben ya argumentos» como que esta norma iba a producir una merma en la ocupación y los ingresos de los hosteleros, pues ya se ha visto que no, afirma el experto.

El doctor señala que el principal perjudicado del problema del tabaquismo es el fumador porque son los fumadores los que tienen mayor probabilidad de padecer más de 20 tipos de cánceres directamente relacionados con el consumo de tabaco, así como otras enfermedades cardiovasculares, entre las que se encuentran el infarto de miocardio y pulmonares como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

La clave del tabaquismo

La socialización del tabaco es el principal problema del tabaquismo, según Ribera Osca. Esto es lo que normaliza el consumo de tabaco y, en este caso, la vuelta del humo a las terrazas de la Comunitat Valenciana. «Muchos se preguntan cómo el tabaco que lleva una droga adictiva, la nicotina, y que sabemos con seguridad que va a producir cáncer, es legal que se compre y se consuma por la calle. La respuesta a esta pregunta es la socialización del consumo de tabaco, la normalización de su consumo», explica.

Los fumadores son conscientes del daño -«pregúntele a un fumador si quiere que su hijo fume, la inmensa mayoría de ellos le va decir que no», señala- pero «necesitamos normas que nos protejan y que permitan la convivencia entre todos». No es una situación insólita puesto que ha pasado, anteriormente, con las leyes de medidas sanitarias frente al tabaquismo de los últimos años, las cuales al principio parecían restrictivas y, a lo largo de los años, han sido aceptadas y reconocidas por los propios fumadores como buenas para el conjunto de la ciudadanía española.

La finalidad de la prohibición de fumar en las terrazas de los bares y restaurantes no solo era prevenir la transmisión de la covid19 por medio de los aerosoles que se producen al fumar, sino también «ser un incentivo más» para motivar a los fumadores a que se planteasen un intento para dejar de fumar y buscasen ayuda en sus profesionales sanitarios.

Un fumador, en un bar.

Un fumador, en un bar. / Carlos Castro/Europa Press

En camino inverso

La permisividad aprobada por el gobierno valenciano va en contra de la tendencia actual, la de ampliar los espacios libres de humo. Por eso, la medida que ha tomado el Consell «representa un claro retroceso de una norma ya aceptada por la mayoría de la población, encaminada a desnormalizar el consumo de tabaco», asegura el doctor.

Por todos estos argumentos, el doctor en Medicina opina que el Gobierno valenciano debería replantearse la decisión de permitir que la hostelería decida si se puede fumar o no en sus terrazas, una modificación de la normativa autonómica que «no ayuda» a variar esta progresión. «La socialización del consumo de una droga adictiva, cuyo consumo se ve como algo normal y aceptado por la población, por las autoridades», puede llevar a los adolescentes a «pensar que no debe ser algo perjudicial», expone.

«La prohibición de fumar en las terrazas no perjudica a los hosteleros, sino que incentiva a los fumadores a que se planteen intentar dejar de fumar, es un ejemplo para que los jóvenes se cuestionen si vale la pena empezar a fumar y protege al resto de población del humo del tabaco», manifiesta el coordinador del grupo de abordaje al tabaquismo de la Sociedad Valenciana de Medicina de Familia.