El duro testimonio de un afectado por daño cerebral adquirido en Castellón: "Aceptar todo lo que te ha pasado no es fácil"

Juan Duarte asiste al centro de día Ateneu, donde recibe atención neuropsicológica, fisioterapia y asiste a talleres

Juan Duarte asiste al centro de día Ateneu, donde recibe atención neuropsicológica, fisioterapia y asiste a talleres

Carmen Tomás Armelles

Carmen Tomás Armelles

Juan Duarte tenía 42 años cuando le diagnosticaron un tumor. Por fortuna, era benigno. Sin embargo, como consecuencia de ello, sufrió daño cerebral adquirido, del que este jueves se celebra el día mundial. Eso le pasó en 2012, pero todavía tiene secuelas.

"Fue de forma repentina. Estaba durmiendo y me dijeron que sufrí un ataque epiléptico, me desperté en el hospital. Me dijeron que había que operar", señala. Como consecuencia de ello, sufrió una hemiplejia en el lado izquierdo, afectación a la memoria, en la parte cognitiva, y al campo visual así como alteraciones en la conducta. "Aceptar todo lo que te ha pasado no es fácil", señala.

Hospital la Magdalena

Después de recibir el alta en el Hospital de la Magdalena quedó en el limbo. "Gracias a Dios que existe Ateneo porque el único recurso para mí y las familias era este centro", afirma. Aun así, se pasó 4 años en casa, hasta 2017, que entró en Ateneo, prácticamente sin salir. "Me tenía que hacer prácticamente todo mi mujer... Una locura", señala.

Centro de día de Ateneu

Desde hace varios años acude cada jornada al centro de día de Ateneu de 8.30 a 16.00 horas. Allí trabaja la parte cognitiva, con la neuropsicóloga, y, fortalecer su parte izquierda, con la ayuda de la fisioterapia. Además, asiste a taller de pirograbado y artes plásticas. También "hacemos taller de teatro, del grupo Gent Divergent", afirma. "Aquí ves la luz. Cuando empiezan a trabajar contigo, te enseñan a vestirte, a ser lo más autónomo posible.... Y en esto estamos, y en esto seguimos", añade.

Sin embargo, Juan no ha podido volver a su trabajo. "Yo trabajaba en el azulejo, era peón; y también en la hostelería. Me cuesta mucho, aparte de la movilidad, cognitivamente, el no acordarte de las cosas, o no poder tener atención. El habla bien, me desenvuelvo bien", añade.

Al alza

"Este es un problema que está aquí, que ha estado siempre. Cada vez aparecen más casos, por tumores cerebrales, ictus, accidentes, anoxias... Es un problema que no está tan visible como quisiéramos pues no se percibe a simple vista. No es lo mismo ver a una persona que ha sufrido un accidente y ves lo que tiene que a alguien a quien lo que le falla es el cerebro. La sociedad no está todo lo concienciada o tiene la suficiente información como para detectar cuando falla el cerebro lo que conlleva".

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