Castelló: El 7 de Julio será expropiado en 15 días, pero pedirá bajar la persiana tras Navidad

El dueño del popular asador de la capital y Adif firmarán el acta de ocupación el día 15

El local solicitará al Estado trabajar durante una de las épocas más importantes del año

Rufino Brioso, propietario del 7 de Julio, en el aparcamiento del asador

Rufino Brioso, propietario del 7 de Julio, en el aparcamiento del asador / MANOLO NEBOT ROCHERA

Elena Aguilar

Elena Aguilar

Es uno de los restaurantes más emblemáticos de Castelló y su cierre definitivo está cada vez más cerca. El 15 de noviembre, el propietario del Asador 7 de Julio y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), la empresa promotora de las obras del acceso ferroviario sur a PortCastelló, firmarán el acta de ocupación, un documento por el que el terreno y el local de 1.500 metros cuadrados situado en el número 101 de la avenida Valencia de la capital pasarán a ser propiedad pública.

En poco más de quince días, el 7 de Julio será expropiado, pero eso no significa que el popular asador tenga que bajar ese mismo día las persianas de manera definitiva. «Nos han citado para que el 15 firmemos el acta de ocupación, pero si nos dejan la intención es trabajar hasta Reyes», apunta Rufino Brioso, propietario de un local que lleva abierto desde hace 21 años y que es víctima colateral del macroproyecto de los accesos al puerto de Castelló, una obra que supondrá una inversión cercana a los 335 millones de euros.

Los plazos

Tras la firma del acta de ocupación, la Administración suele dar un plazo de tiempo (generalmente un mes) para que los propietarios del terreno o negocio expropiado puedan recoger la cosecha (si se trata de una finca) o vaciar el inmueble y despedir a los trabajadores (si es una empresa). «Si nos dan ese mes de plazo nos vamos al 15 de diciembre, en plena campaña de las comidas y cenas de empresa por Navidad», calcula Brioso, quien adelanta que pedirá a Adif que les dejen trabajar toda la temporada navideña. «Ojalá nos permitan abrir hasta Reyes. Para un local como el nuestro esas fechas son importantes, también para los trabajadores de la empresa que, de esta manera, podrían aguantar en activo unas semanas más», argumenta el empresario.

El derribo, más cerca

Aunque la fecha definitiva del cierre aún está en el aire (desde la propiedad del asador confían en saberlo el mismo 15 de noviembre), la realidad es que el derribo del 7 de Julio está cada vez más cerca. Tal y como ya publicó Mediterráneo, el trazado ferroviario, que justo en este lugar discurrirá encajonado, pasa por el medio del restaurante. «El edificio lo van a demoler todo y no va a quedar absolutamente nada», describe Brioso, quien desde el momento en que se enteró que era uno de los damnificados por las obras descartó levantar otro asador en Castellón.

El 7 de Julio no es el único inmueble afectado por los accesos ferroviarios al puerto. Entre los damnificados hay, al menos, otras dos familias de Castelló que en las próximas semanas van a tener que dejar sus casas. Una de ellas es la de Nuria Viciano que, junto a sus dos hijos (uno de ellos con una enfermedad rara), va a tener que mudarse a una nueva vivienda, dado que las futuras vías pasan justo por la mitad de su casa. 

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