Furor en Castellón por producir aceite para consumo propio: las almazaras tienen lista de espera

El precio récord dispara el interés de los particulares por molturar las aceitunas

Varios particulares guardan turno en la almazara de Alcalà de Xivert.

Varios particulares guardan turno en la almazara de Alcalà de Xivert. / Juanfran Roca

E. Aguilar / J. Roca

Entrar en cualquier supermercado y comprar una botella de aceite de oliva virgen se ha convertido en algo no apto para todos los bolsillos. El litro cotiza a 9,25 euros y si uno opta por una garrafa de tres litros, al pasar por caja tendrá que desembolsar casi 28 euros, una cifra pocas veces vista. El oro verde es más oro que nunca y eso ya se ha trasladado al campo. En Castellón se vive un auténtico furor por recoger aceitunas y molturarlas para extraer el aceite, hasta el punto de que muchas almazaras hasta tienen una lista de espera, que incluso llega a la semana.

Quienes trabajan en alguno de los molinos de la provincia, sea de propiedad privada o de una cooperativa, aseguran que estos días no dan abasto. «Después de unos años muy flojos, esta campaña es bastante buena en cuanto a cantidad y, como los precios están tan altos, la gente sale más al campo a recoger sus olivas. No se va a quedar ni una en el árbol», explica Enrique Cherta, gerente de la almazara de Alcalà de Xivert que, además de elaborar y distribuir su propio aceite, ofrece un servicio de molturación a particulares.

Cherta estima que en sus instalaciones triturará 1,5 millones de kilos de aceitunas. «Tengo clientes  que llegan de todos los rincones de la provincia, incluso también desde Valencia. La mayoría son particulares que tienen unos olivos y que quieren hacer aceite para autoconsumo», describe el propietario de una almazara que ayer daba cita para dentro de seis días. «La semana pasada la espera era incluso el doble», reconoce.

Tras la molturación, los propietarios de las olivas se llevan el aceite a su casa.

Tras la molturación, los propietarios de las olivas se llevan el aceite a su casa. / Juanfran Roca

Donato es uno de los muchos particulares que ayer hacía cola en la almazara de Alcalà. «Tengo unos olivos de la variedad Serrana cerca del Desert de les Palmes y, al precio que está el producto en el supermercado, he optado por recoger las olivas y hacer mi propio aceite. Este año vale la pena», explica este vecino de Benicàssim.

Cinco litros, 40 euros

En la cooperativa de Vall d’Alba también trabajan a destajo. La campaña empezó el 16 de octubre y acabará a final de año, aunque estos días son los más fuertes. «Estimamos una producción de unos 600.000 kilos y, como el precio acompaña, la gente está contenta», apunta Javier Bellés, su presidente.

La mayoría de cooperativas liquidan el kilo de aceitunas a entre 0,70 y un euro, una cifra que poco tiene que ver con la registrada hace cinco años, cuando este cultivo tenía tan poco valor que muchos optaban por no recogerlas. Y eso automáticamente se traslada a los precios de venta. «Una garrafa de 5 litros de aceite de Vall d’Alba costará 40 euros», augura Bellés. 

Los precios están por las nubes, pero en el sector insisten que ningún agricultor se hará rico. «Sirve para cubrir costes y ganar algo de dinero, pero poco más» aseguran en la almazara de Atzeneta. 

Precios altos hasta primavera

Los precios del aceite de oliva están alcanzado valores récord y en el sector todo el mundo da por sentado que van a seguir manteniéndose altos, al menos, hasta la próxima primavera. Y la   clave  está en Andalucía, la comunidad que concentra más del 70% de la producción nacional. «Andalucía tira del mercado y esta campaña su cosecha es un 40% más baja. Además, el año pasado también fue muy malo, con lo que no hay reservas», argumenta el gerente de la cooperativa de Vall d’Alba. 

Suscríbete para seguir leyendo