El nuevo vino 'premium' de Castellón que crece a 900 metros de altura

'Peñagolosa 1814' se sitúa en una franja de precios muy superior al de otras bodegas de la provincia

La nueva marca de vino de Castellón, 'Peñagolosa 1814'.

La nueva marca de vino de Castellón, 'Peñagolosa 1814'. / Mediterráneo

Castellón fue, en su día, tierra de vino. Los viñedos llegaban casi hasta la orilla del mar e incluso había un importante volumen de exportación al extranjero, sobre todo del muy exitoso Carlón de Benicarló. Luego llegó la filoxera y arrasó con todo: lo que antes era uva fue sustituido por almendro y naranjo, y la tradición vitivinícola de la provincia quedó olvidada. Hasta principios de este siglo, cuando empezaron a surgir pequeños proyectos que revitalizaron el sector y cristalizaron en la IGP, que en la actualidad agrupa a una quincena de bodegas. El reto es lograr la ansiada Denominación de Origen (DO) que les dé más visibilidad más allá de nuestras fronteras.

Altas expectativas

En este contexto de vinos con pretensiones, al menos por el momento, modestas y de precios contenidos, nace un nuevo proyecto premium --no enmarcado en la IGP-- que aspira a hacerse hueco en un escalón superior del mercado y de los gustos del winelover. Su etiqueta, Peñagolosa 1814, ya indica su origen, porque es en la cara norte de la montaña, a 900 metros de altura, donde están las viñas de cabernet sauvignon, syrah y garnacha tintorera de las que se elabora el vino que acaba de ponerse a la venta hace escasas semanas, a 39 euros la botella.

El viñedo, situado a 900 metros de altura.

El viñedo, situado a 900 metros de altura. / Mediterráneo

"Queremos hacer un producto de mucha calidad; no tiene sentido situarnos en el segmento medio", explica Miguel Guillem, gerente de un proyecto que comenzó cuando un vecino de Villahermosa, Gilberto Albella, le comentó que estaba buscando a alguien para hacerse cargo de sus viñedos, plantados hace 50 años, ya que no podía trabajarlos. "Hicimos analíticas y vimos que la calidad de la uva era muy buena". Además, para nutrirse de conocimiento vínico han viajado a varias de las regiones productoras más célebres en el mundo, como el Valle de Napa (California), Borgoña y Burdeos.

Gilberto Albella y Miguel Guillem.

Gilberto Albella y Miguel Guillem. / Mediterráneo

El factor de la altura

El hecho de trabajar a tanta altura, lejos de ser una desventaja, facilita el proceso de vinificación. "Es bueno porque necesitamos frío y con el cambio climático el ciclo de maduración ya no es redondo. Hay zonas de Castellón donde se seca la uva por el calor y hay que vendimiar antes de hora; nosotros podemos hacerlo después del Pilar", indica Guillem. La primera añada, del 2021, ha dejado 3.700 botellas. ¿Y a qué sabe este vino? "Es muy fresco, muy diferente a todo lo que se ve por aquí", resume. Los catadores más refinados pueden captar olores de "panel de abejas", y la lavanda y el romero que crecen alrededor de las plantas también le aportan aroma.

Etiqueta del vino, con la silueta del Peñagolosa.

Etiqueta del vino, con la silueta del Peñagolosa. / Mediterráneo

El resultado, en definitiva, debe ser un producto "que sea un orgullo para los castellonenses, un éxito colectivo". Porque aunque tienen claro que su mercado natural está en la provincia, ya aparece en las cartas de algún restaurante con estrella Michelin y será presentado en Madrid Fusión a finales de este mes. El embajador de Peñagolosa 1814 es Álex Carlos Nolla, exsumiller del Celler de Can Roca, quien se encargará de dar a conocer la marca.