La ola de virus respiratorios aún tensiona los hospitales

El departamento de Castellón es el que peor se encuentra, con el General al límite

Los profesionales sanitarios avisan de que los centros necesitan refuerzos

Urgencias del Hospital General de Castellón.

Urgencias del Hospital General de Castellón. / Toni Losas

Pablo Ramón Ochoa

Ya se vio en la pandemia de covid: que baje la incidencia del virus no significa que bajen las hospitalizaciones por los virus. Los ingresos hospitalarios por infecciones respiratorias alcanzan su pico un poco después de que lo alcance la incidencia. O sea, que teniendo en cuenta que la incidencia solo ha comenzado a bajar durante esta semana, según los datos de la Conselleria de Sanidad, es esperable que la tensión hospitalaria continúe alta hasta dentro de unas semanas. Este aprendizaje de la pandemia es precisamente el que señalan fuentes de los sindicatos CCOO y CSIF en Castellón a Mediterráneo, consultados por la situación en los hospitales de la provincia. Las camas escasean y urge más personal, afirman.

Desde CCOO hablan con datos concretos de lo que pasaba en el Hospital General el viernes, es decir, anteayer. «Esta mañana teníamos 71 pacientes en espera para ingresar pero 14 de ellos estaban desde la noche anterior», dicen. Esto es, hubo 14 personas que pasaron toda la noche a la espera de una cama para poder ser ingresados en el hospital con virus respiratorios. Las esperas en este hospital, que es el que más complicado tiene el panorama, son de hasta 14 horas para conseguir una correcta atención.

«Estamos con la situación todavía en tensión, los hospitales están llenos y seguimos teniendo problemas y horas de espera para poder ingresar en la habitación», recalcan desde CCOO. El sindicato incide en que la presión del General, con las obras como agravante, es la peor, pero La Plana tampoco tiene una situación ideal. «Han tenido que doblarse las habitaciones, lo que implica que realmente el hospital está por encima del 100% de su capacidad», relatan.

Las noches, lo peor

Es precisamente cuando cae la noche y los centros de atención primaria dejan de ser una opción cuando todo se complica aún más. «Las noches son duras, hay muchísima más presión», dicen.

«Aunque digan que la incidencia ha bajado, la presión hospitalaria no lo ha hecho», avisan los representantes de CCOO.

Es evidente que las cosas no son tan graves como en los peores momentos de la pandemia, pero advierten de que falta un personal que entonces se contrató y ahora no. «Se ha reforzado, pero no lo suficiente; por ejemplo, tenemos un gran problema con los celadores, y también con el sector de la limpieza», según CCOO.

Saturación próxima

Los sanitarios de CSIF en Castellón valoran lo que ocurre en el mismo sentido que sus compañeros. «La situación está muy próxima a la saturación de los hospitales de la provincia de Castellón», aseguran, al tiempo que señalan en rojo la tensión en el General. «En estos momentos no quedan camas disponibles allí, hasta el punto de que pacientes de la UCI que sí estarían en condiciones de ser trasladados a planta de hospitalización se les mantiene en aquel servicio por ausencia de camas en planta», lamentan.

Asimismo, llama la atención que sigue abierta obligatoriamente la zona de preingreso en el General, con sus seis camas y cinco sillones ocupados.

En este punto destacan que el Hospital de Vinaròs tiene al 97% de ocupación las plantas de Medicina Interna, en la mayor parte de los casos por la incidencia de la gripe A --en CCOO valoran la situación de Vinaròs como la menos grave de las tres en la provincia--.

También CSIF alerta sobre la duplicación de camas en las habitaciones de La Plana. Se trata de un recurso del que el hospital vila-realense puede hacer uso, puesto que tiene muchas habitaciones con una sola cama en circunstancias normales, pero que genera problemas de personal --se duplican las camas, pero no los sanitarios--. CSIF contabiliza 58 habitaciones dobladas con 317 camas disponibles. A fecha del viernes, quedaban 30 camas libres. Además, las Urgencias atendieron a 220 pacientes el jueves frente a 199 el jueves anterior.

Al valorar el porqué ha podido ocurrir esto, los sindicatos ponen el acento en la vacunación: «Debería haber empezado mucho antes, en noviembre», dicen.