SECTOR PRIMARIO

La pesca de Castellón vuelve a la calma con el regreso de cofradías a la federación provincial

La unidad de este oficio les da más fuerza a sus reivindicaciones, especialmente ante las normativas de la Unión Europea

Trabajadores de un barco de arrastre de Castelló.

Trabajadores de un barco de arrastre de Castelló. / Gabriel Utiel

Bartomeu Roig

Bartomeu Roig

Como la agricultura, la pesca es uno de los sectores económicos de Castellón que parece estar en una situación de crisis permanente. En los últimos años se ha producido una reducción en el número de embarcaciones, acosadas por los bajos precios, la disminución de fechas de captura o el alza de los precios de los carburantes. Pese a todo, los que siguen viviendo del mar mantienen la ilusión por traer a los hogares y restaurantes producto de kilómetro cero. Además, la Generalitat ha anunciado que la federación provincial de cofradías, Fedcopesca, volverá a contar con todas las cofradías, después de la ausencia, durante casi un lustro, de Burriana; y de Vinaròs y Benicarló, que se desvincularon recientemente.

1- A la espera de los últimos flecos

El patrón mayor del Grau de Castelló, Manuel Peña, es desde hace un mes y medio el presidente de Fedcopesca. Señala que la reintegración de las tres cofradías aún no es efectiva, al estar pendiente de unos flecos formales. «La semana próxima habrá una reunión con los colectivos de Castelló y Peñíscola, que deben formalmente aprobar la entrada de los otros tres».

Una vez dado este paso, «durante el mes de febrero ya se hará la primera reunión conjunta de los cinco», una vez se haga la comunicación formal al director general de Pesca.

2- Un colectivo que gana fuerza

El conseller de Agricultura y Pesca, José Luis Aguirre, fue de los primeros en valorar el regreso de las cofradías ausentes de la federación. «El sector pesquero de Castellón refuerza su representatividad», mencionó Aguirre, quien destacó «el diálogo como factor de éxito para generar la unidad que el sector necesitaba en la provincia, llegando a acuerdos que son de interés para todas las partes». «Un sector unido con una sola voz», añadió Aguirre, «tiene más fuerza y eficacia en su relación con la sociedad y con las administraciones públicas para la consecución de sus objetivos». Sobre todo, ante los grandes desafíos que debe afrontar este negocio ancestral. En total, hay 158 embarcaciones dedicadas a la pesca de artes menores, arrastre, cerco y palangre.

3- Menos capturas y mejores precios

A la hora de hacer balance del 2023, Manuel Peña considera que el pasado ejercicio «fue algo peor que el 2022». Algo que se notó en el puerto de la capital de la provincia, «donde hay 14 embarcaciones de cerco», dedicadas especialmente a la captura de pescado azul, como sardinas, boquerones o caballa, «que han capturado menos». Por contra, «los precios fueron algo mejores, precisamente por el descenso de kilos».

Más complicada es la situación de los barcos de arrastre, los de mayores dimensiones, que en los últimos años han sufrido una fuerte reducción de los días en los que pueden salir a faenar, como consecuencia de las normativas de la Unión Europea. El presidente de la federación provincial apunta a que este año «destinan unos 120 días al año, que se pueden ampliar a unos 136 si se suman algunas vedas adicionales, como la de merluza». Con más de 200 días al año sin poder salir a la mar «no se puede mantener una empresa», afirma.

Un problema que arrastran los armadores y también los marineros, «que con tan pocos días no podrán acumular días trabajados para prestaciones de desempleo, lo que les obliga a buscar ocupaciones alternativas». Si esta situación va a más, «cada vez será más difícil encontrar tripulaciones, porque el que se va no suele volver».

4- El enfrentamiento con Bruselas

Los problemas con la reducción de fechas del arrastre vienen de lejos. En el 2021, los marineros de la provincia realizaron diferentes acciones de protesta en los puertos. La mayoría de quejas iban dirigidas contra el comisario europeo de Pesca, Virginijus Sinkevicius. «Por el momento no hay nuevas protestas previstas, pero la gente está muy enfadada», detalla Peña. Defiende la necesidad de preservar los ecosistemas marinos, «pero, a la vez, se tiene que mantener la actividad y que nuestro sector pueda ser viable», detalla. Y pone como ejemplo un informe de la FAO, «que pone de manifiesto la recuperación de biomasa en el Mediterráneo, algo que significa que los pescadores estamos haciendo bien las cosas, y que justifica que no haya más recortes en los días de captura», defiende.

5- Piden pescar más atunes rojos

Además, se insiste en reclamar un aumento de las cuotas de pesca de atún rojo, que en los últimos años ha incrementado su población, lo que afecta al equilibrio del mar. El presidente de la federación comenta que es «un depredador, que se come a otras especies, pero que no tiene otra especie por encima que regule su población». En estos momentos solo pueden pescarlo embarcaciones de artes menores, con un límite de 400 kilos al año, que consideran escasos.

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