La naranja de fuera invade los supermercados europeos: las importaciones se disparan un 80% en enero

Solo durante el primer mes del año, Europa importó 51.687 toneladas de cítricos y casi nueve de cada diez eran de Egipto

Agricultores protestas en Castellón por la entrada de fruta de terceros países.

Agricultores protestas en Castellón por la entrada de fruta de terceros países. / David Garcia

Elena Aguilar

Elena Aguilar

Entrar en cualquier supermercado de Europa y encontrar naranjas de Sudáfrica, Egipto o Turquía es cada vez más frecuente. Tanto que poco a poco la fruta procedente de esos países está destronando a los cítricos valencianos, que durante años han sido los reyes absolutos en las tiendas de Francia, Bélgica o Alemania. Una importación cada vez más masiva y que, según denuncian los citricultores de Castellón que este jueves volvieron a salir a la calle para protestar por la crisis que vive el sector, está provocando que miles kilos se queden en el árbol ante la falta de demanda. Y mientras a pie de campo la fruta se pudre, la llegada de naranjas de fuera ha marcado un nuevo récord y solo durante el mes de enero se ha disparado casi un 80%.

Los últimos datos que acaba de publicar el Ministerio de Agricultura son incontestables. Durante el pasado mes de enero, los países de la Unión Europea (UE) compraron 51.687 toneladas de naranjas a terceros países, un 79,7% más que en el mismo mes del ejercicio pasado. Y si se comparan las cifras del arranque de este 2024 con las de la media de los últimos cinco años la diferencia también resulta abismal: un alza del 73%.

De las casi 52.000 toneladas de naranjas que a lo largo de enero Europa importó de terceros países, 45.281 toneladas procedían de Egipto, es decir, casi nueve de cada diez. Una cifra que, y siempre según los datos del departamento que dirige Luis Planas, supone un 104% más que durante el mismo mes del año pasado. Y otro apunte más. Entre septiembre del 2023 y enero de 2024, los países de la UE compraron a Egipto 48.756 toneladas de fruta, lo que representa un 97% más que en el periodo comprendido entre septiembre del 2023 y enero del 2023.

Las naranjas de Egipto, que son mucho más baratas que las producidas en la Comunitat Valenciana, y que durante el arranque de este año han llegado a los lineales de los supermercados europeos lo han hecho a través de varios puertos de la UE, entre ellos el de Castellón. De hecho, y tal y como publicó Mediterráneo, solo durante la primera semana de enero desembarcaron en los muelles del Grau dos buques procedentes del país del Nilo con 2.800 toneladas de fruta, un hecho que levantó las críticas de las organizaciones agrarias, (la importación se produjo en plena campaña local) y que originó muchas de las protestas de los últimos días.

Consecuencias nefastas

La Unió Llauradora, por ejemplo, cortó el pasado día 7 los accesos a PortCastelló en protesta por la entrada de fruta foránea y la bonificación de las tasas de hasta el 40% que aplica la Autoridad Portuaria. Unos días antes, l’Associació de Llauradors Independents de Vila-real (ALIV) también se concentró frente al puerto y avisó de las «nefastas» consecuencias que la entrada de fruta tiene para la agricultura de Castellón

Quienes en la provincia se dedican a producir naranjas y mandarinas insisten en que no pueden competir vía precios con la naranja egipcia y, además, la fruta que llega de fuera no cumple la normativa en materia fitosanitaria que sí se exige a la naranja europea. Un dato. Solo el año pasado se interceptaron 613 partidas de productos hortofrutícolas importados en la UE que contenían plagas o enfermedades, según las estadísticas recopiladas por la Unió. De esa cantidad, 118 rechazos de envíos eran de cítricos, con 70 de Turquía y 32 de Egipto.

Países como Egipto compiten con los agricultores valencianos en desigualdad de condiciones y los agricultores tienen muy clara su lista de reivindicaciones. Y entre la más importantes destaca un incremento de la presión inspectora en todos aquellos países que no garantizan la seguridad sanitaria de sus envíos, así como la prohibición de que entren productos que no cumplan con la normativa fitosanitaria. 

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