ESTUDIO DE COYUNTURA

Informe BBVA: el parón industrial y el menor peso del turismo lastran la economía de Castellón

La coyuntura provincial marca distancias respecto al avance del conjunto de la Comunitat Valenciana

Actividad de hostelería en una terraza de Castellón.

Actividad de hostelería en una terraza de Castellón. / KMY ROS

Bartomeu Roig

Bartomeu Roig

La economía de la Comunitat Valenciana en el 2024 será mejor de lo inicialmente previsto, pero este avance tendrá un impacto limitado en la provincia de Castellón. Estas son las principales conclusiones que arrojan los datos del primer Observatorio Regional del año, elaborado por el centro de estudios BBVA Research. La causa está en el parón que experimenta la industria cerámica, que constituye el motor de la actividad económica provincial. Esto lastra las exportaciones, el empleo e incluso los indicadores de vivienda. En cambio, al turismo le irá mejor, también en Castellón, pero al tener un menor peso que en Valencia o Alicante, su incidencia será más baja en las cifras globales.

Los números relevantes del informe tienen que ver con las estimaciones del producto interior bruto (PIB) de la Comunitat. Se espera cerrar el año con un avance del 2,1%, siete décimas por encima de lo previsto en el último observatorio del 2023. Justifican esta revisión en el «buen comportamiento del empleo y del consumo interno, el cambio de escenario en los tipos de interés y una política fiscal más expansiva». También en el papel de las exportaciones.

Matices

Llegado al detalle provincial, los expertos de la entidad financiera puntualizan la realidad de Castellón. En el mercado laboral «los datos mostraron un dinamismo inferior al conjunto regional, debido a una mayor debilidad generalizada por sectores, destacando una caída del empleo en las manufacturas, comercio y actividades profesionales», apuntan. Añaden que en la provincia de la Comunitat con mayor importancia del turismo y la hostelería, Alicante, «los datos registraron una evolución más positiva que la del conjunto regional», mientras la incertidumbre en Castellón «podría seguir, a causa de la caída del empleo manufacturero y un menor empuje de la hostelería y actividades profesionales».

Indicadores

El análisis pone el acento en varios indicadores. Las exportaciones, dominadas por el azulejo y una citricultura en horas bajas, han caído en el 2023 más que en el conjunto de la Comunitat. El descenso fue del 15,2%, mientras que la tendencia adversa fue mucho más moderada en el conjunto autonómico, con un 3,5%.

Otro detalle es el mercado inmobiliario. Los visados de obra nueva fueron a la baja en un 8,3%, mientras que en Alicante crecieron un 58%. En cambio, en el turismo hay una «menor contribución de los extranjeros a pesar de la mayor fortaleza de los nacionales». Todos esto se mantendrá a corto y medio plazo, de ahí la menor fortaleza de Castellón a la contribución de la economía regional, tras dos años de problemas en la industria y sin medidas de calado para corregir la situación.

Futuro

El documento de BBVA da pinceladas sobre lo que ocurrirá en el 2025. El PIB regional sufrirá una ligera desaceleración, con un avance del 2,0%, en línea con la media nacional prevista. El crecimiento de la tasa de empleo será, en la Comunitat, del 2,7%, mientras que en el año siguiente alcanzará el 1,7%. Que las cifras de Castellón se acerquen a estos números dependerá de la evolución de la industria cerámica.