Las nuevas 17 calles y un párking que mejorará el Ayuntamiento de Castelló

El Ayuntamiento de Castelló sumará en las próximas semanas a la obra de la zona de bajas emisiones de la zona norte (calle San Roque y alrededores) los trabajos en otras tres partes de la capital. Se encuentran detrás del instituto Francisco Ribalta, las inmediaciones de la plaza Huerto Sogueros y en los alrededores del colegio Herrero (ver cuadro adjunto a la información). La junta de gobierno local ha aprobado la adjudicación de la redacción del proyecto y obra de esta segunda fase a Becsa, valorada en unos 3,3 millones de euros y que el bipartito (PP y Vox) contemplará en los presupuestos de 2024 y 2025. De hecho, el Gobierno central ya ha concedido al consistorio una moratoria de un año para implantar en la ciudad esta zona de bajas emisiones, por lo que el plazo límite se ha prolongado a diciembre de 2025, según publicó el diario este domingo.

Estos nuevos trabajos propiciarán una zona que resultará más respetuosa con el medio ambiente y más amable con la circulación de vehículos y las emisiones de CO2. Tienen un plazo de ejecución de 12 meses desde la firma del acta de replanteo que aún no tiene fecha ya que todavía no se ha redactado el proyecto de ejecución, ahora recién adjudicado a la empresa castellonense.

El plan urbanístico también contempla la realización del primer parking disuasorio que tendrá Castelló y que estará ubicado en el antiguo recinto de ferias y mercados de la avenida del Mar. Aunque en esta explanada el Ayuntamiento ya dibujó unas líneas para distribuirlo en plazas de aparcamiento, ahora realizará algunas mejoras y, cuando esté finalizado, cobrará una cantidad simbólica que incluirá el uso del TRAM o el autobús para llegar al centro. También está prevista otra dotación de estas características junto a la estación de Renfe.

Más espacios verdes

El concejal de Movilidad, Cristian Ramírez, destacó que esta obra «va a suponer la notable mejora de la accesibilidad, con una plataforma única como marca la nueva normativa y, además, en nuestra apuesta por renaturalizar la ciudad, la obra incluye más espacios verdes de los que contemplaba el proyecto inicial tras ser reorientado, contando con la participación ciudadana, para evitar el cierre al tráfico de 745.000 metros cuadrados de suelo urbano».

Finalmente, la última parte de Castelló que también se verá afectada por la zona de bajas emisiones será la calle Moyano y alrededores. Aquí los trabajos urbanísticos podrían comenzar a finales del primer semestre del año. 

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