Primera RFEF

La crónica | El Castellón recupera el orgullo pero el filial del Barça le niega la victoria (1-1)

Reparto de puntos en un partido crispado en Castalia | De Miguel y Estanis, goleadores.

Fabrício intenta desbordar a un jugador del Barça Atlètic.

Fabrício intenta desbordar a un jugador del Barça Atlètic. / ERIK PRADAS

Enrique Ballester

Enrique Ballester

Conocidas son las propiedades sanadoras de la lluvia: por lo visto mejora la calidad del aire y la respiración. Quizá no tuviera nada que ver, pero la aparición de la lluvia justo este sábado en Castelló, poco antes del inicio del encuentro, bien podría haberse interpretado en las entrañas de Castalia como una premonición. Seguramente la variable quede fuera de los análisis de datos --o de cualquier análisis serio-, pero no cabría descartarla de antemano. Porque conocidas son también las supersticiones en el fútbol, y más en la situación crítica que atravesaban los albinegros: por lo visto la lluvia arrastra la toxicidad y limpia el alma de los equipos atormentados. Cuando empezó el partido, ya lucía de nuevo el sol. Cuando acabó, con 1-1, había logrado rebajar la crítica el equipo local, mezclando pitos y aplausos tras un empate crispado con el filial del Barcelona. Para el Castellón debe ser un volver a empezar. La calidad de Estanis le negó la victoria, tras el gol inicial de Jesus de Miguel, pero recuperó el orgullo en Castalia.

Los once jugadores del CD Castellón antes del inicio del partido.

Los once jugadores del CD Castellón antes del inicio del partido. / ERIK PRADAS

Con todas las miradas puestas en el entrenador, Albert Rudé inyectó energía al once inicial. De Yac Diori a Fabrício pasando por Kochorashvili, el Castellón quiso ser un equipo de más acción que pensamiento. El plan era sencillo: esperar juntitos, robar y correr. Y al filial del Barça no le importó. Era feliz con el balón.

Así las cosas, el partido arrancó con largas posesiones visitantes. Algunas, incluso, rozando la caricatura. El Castellón esperaba y el Barça Atlètic se pasaba la pelota. El paisaje ponía a prueba los nervios del personal, tirante de entrada con el entrenador local. En situaciones así, nada como hallar un enemigo en común que pueda aglutinar los desahogos de cada cual. Ese salvavidas apareció por vez primera en el minuto 7 y fue el árbitro. Grada y jugadores reclamaron una tarjeta en un costado, primero, y un penalti en un balón al área, después. Entre eso y la mentada calidad del aire, el Castellón respiró.

Robar y correr, así llegó la primera ocasión: Arnau Tenas detuvo un intento de Fabrício tras un buen pase de De Miguel. Robar y correr: Kocho casi convierte un centro raso de Manu Sánchez, como siempre un avión. El Castellón anduvo cómodo con el plan y la afición lo comprendió: era un equipo esforzado y sereno cuando marcó el gol.

Los jugadores del Castellón celebran el tanto de Jesús de Miguel.

Los jugadores del Castellón celebran el tanto de Jesús de Miguel. / ERIK PRADAS

1-0... y 1-1

El 1-0 asomó en el minuto 22: un centro combado de Cristian y un cabezazo cruzado, picado y precioso de Jesús de Miguel.

En ventaja, y con el viento a favor, el Castellón cometió una pequeña y letal distracción. Pasada la media hora y en un córner en contra, el filial encontró solísimo a Estanis en la frontal y este, con un chutazo, empató. La bronca lógica de la grada la desvió el propio Estanis. Otra vez lo del enemigo en común. Su insolente celebración enervó a jugadores y aficionados locales, tomada como provocación.

Con un susto para el Castellón comenzó la segunda parte. Fue doble: el poste negó el gol a Txus Alba, y Luismi Cruz envió fuera, por poco, el rechace. A continuación hubo un tramo de sometimiento, porque el filial siguió acaparando la pelota y el Castellón había cambiado: ahora era esperar, robar y no correr. Los albinegros superaron el momento mal que bien, renovando piernas en el ataque y recurriendo a lo del enemigo en común.

El banquillo del CD Castellón, con el cuestionado Albert Rudé.

El banquillo del CD Castellón, con el cuestionado Albert Rudé. / ERIK PRADAS

Tangana, expulsados...y ocasiones finales

Porque en el minuto 69 hubo de nuevo salseo. Otra vez Estanis de por medio: cuerpeó con un par de albinegros, cayó al suelo y recibió un pelotazo de Manu Sánchez. Junto a tribuna baja se dibujó un escenario de empujones y amenazas varias, una clásica y canónica tangana. El árbitro resolvió el caso expulsando a uno de cada equipo: los zagueros Iago Indias y Dionkou. La acción conectó otra vez el hilo tirante que une al equipo y la grada. El partido se niveló.

De ahí hasta el final, el duelo transitó por un alambre, sin decantarse. Los dos equipos tuvieron las ocasiones más claras en el tiempo de prolongación, pero nada. Ni acertó Cristian para el Castellón, después de una delicia de Jeremy de León en el área, ni lo hizo Ilias para el Barcelona, en un disparo lejano. Más pasión que nueces: así son a veces los empates.

FICHA TÉCNICA

Castellón: Alfonso Pastor, Manu Sánchez, Iago Indias, Borja Granero, Yac Diori, Cristian, Calavera, Kochorashvili, Fabrício, Raúl Sánchez y Jesús de Miguel. 

Entrenador: Albert Rudé. 

Cambios: Fuentes y Salva Ruiz por De Miguel y Yac (min. 64); Óscar Gil por Kochorashvili (min. 72); y Koné y Jeremy de León por Raúl Sánchez y Fabrício (min. 77).

Barça At.: Arnau Tenas, Nuñez, Carbonell, Chadi Riad, Dionkou, Casadó, Moha, Txus Alba, Estanis, Roberto y Luismi Cruz..

Entrenador: Rafa Márquez. 

Cambios: Rosanas por Txus Alba (min. 78), Ilias por Estanis (min. 84) y Aleix Garrido por Luismi Cruz (min. 88).

Goles: 1-0. Min. 22: Jesús de Miguel. 1-1. Min. 31: Estanis.

Árbitro: De la Fuente Ramos (castellano-leonés). Amonestó al local Kochorashvili y al visitante Estanis. Expulsó a Iago Indias y Dionku en el minuto 69 por roja directa.

Estadio: Castalia, 8.534 espectadores.

Con este resultado, el Castellón es cuarto a seis puntos del líder Eldense, y con tres de margen respecto a los aspirantes al play-off, a falta de los resultados del domingo.

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