El Castellón provoca una crisis profunda en el Deportivo: dimite el consejo de administración, echan al entrenador...

El CD Castellón, con su victoria contra el Deportivo, eliminado en la vuelta de la semifinal del play-off a Segunda División, en un partido memorable que tuvo de todo y que acabó con el triunfo de los albinegros en la prórroga (4-3), ha provocado una profunda crisis en la entidad coruñesa, abocada, por cuarta temporada consecutiva, a la tercera categoría del fútbol español, pese a sus más de 20.000 socios, un presupuesto de casi 13 millones de euros y el apoyo de una entidad bancaria como Abanca.

El miércoles por la noche, cerca de la medianoche, el Deportivo optaba por destituir a Rubén de la Barrera (solo cuatro partidos dirigidos, en su vuelta al banquillo de Riazor), a la vez que el consejo de administración dimitía en pleno, dejando un vacío de poder momentáneo tanto a nivel de dirección como futbolístico.

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Las consecuencias

La única persona que se mantiene es David Villasuso, pero ya no como consejero, sino como apoderado general, hasta una junta de accionistas que ya ha sido fijada para el próximo 17 de julio del 2023, fecha en la que se nombrará un nuevo consejo de administración, auspiciado por Abanca que posee casi el 80% del capital social del club coruñés. Este paso que dan los ya exconsejeros viene dado por su voluntad de “favorecer el proceso de reestructuración del club de cara a la nueva temporada”, según apunta el comunicado de la entidad. Su ciclo ya estaba agotado desde el momento en el que se torció esta temporada y desde el momento en que se hizo patente que sus perfiles no se ajustaban a lo que demanda la entidad coruñesa, cada vez más hundida.

Otro damnificado

En el medio de luchas intestinas y con el deseo de romper de manera brusca con el pasado reciente, otro de los damnificados en una noche de cuchillos largos fue Rubén de la Barrera. Ni un mes ha durado el entrenador coruñés en su segunda etapa en el banquillo de Riazor. Al ex del Albacete y de la Cultural Leonesa le comunicaron su destitución, a pesar de que ambas partes habían unido sus caminos hasta el 30 de junio del 2024 y a pesar de que tanto el entrenador como el presidente habían expresado de manera pública el deseo de que continuase en sus funciones para la temporada 2023/2024. Contaba además con el apoyo mayoritario de la grada. De la Barrera ha sido la 17ª apuesta para el banquillo que cae desde que se marchase Miguel Ángel Lotina en 2011 tras cuatro temporadas al frente.

Los candidatos

El equipo coruñés quiso aclarar también que la reestructuración alcanzará a la dirección deportiva, como ya era esperado tras el adiós de Carlos Rosende y Juan Giménez. Puntualizó, en este sentido, que no va a “a incorporar a ninguno de los teóricos nombres que han salido como candidatos a dirigir el área deportiva” en referencia a Domingo Catoira (ex del Espanyol) y a Fernando Soriano (con pasado en el Ibiza), por encima del resto de pretendientes. Reveló, además, que “en los próximos días se tomará la decisión definitiva” en esta área del club que necesita empezar a trabajar cuanto antes porque el resto de competidores por el ascenso ya está fichando.

Cortar de raíz

Tras tres días de tanteo después de la eliminación en Castellón, la propiedad ha decidido cortar por lo sano y el máximo accionista cambiará el club de arriba a abajo en las próximas semanas. Es historia todo lo que llegó a la entidad hace dos años y medio tras la salida del entonces director deportivo Richard Barral y del consejo de administración encabezado por Fernando Vidal. En aquel momento, Abanca apostó por un equipo directivo con poca raíz en el fútbol y en la dirección deportiva, salvo algunas excepciones. Hace unos meses ya se había marchado Eduardo Blanco; y ahora siguen su camino el presidente Antonio Couceiro y los consejeros Emma Lustres, Miguel Juane y Carlos Cantó. David Villasuso pierde también esta condición y se mantiene como apoderado general para que el club coruñés siga con su vida del día a día en el próximo mes y para que se pueda avanzar en la reestructuración del área deportiva, algo que es urgente.

¿Qué hará el máximo accionista?

Este adiós en bloque en las áreas más importantes de la entidad supone el inicio de una etapa en el Deportivo en la que se mantiene el respaldo de Abanca. Un apoyo que se calibrará en los próximos días y, sobre todo, en la próxima junta de accionista que, por ley, debe celebrarse en un mes. La crisis que ha supuesto el golpe de no regresar al fútbol profesional sitúa al club coruñés en otro de los sótanos de su historia, ya que afronta su cuarta temporada en Segunda B o Primera Federación y lo hace en este arranque del nuevo proyecto sin ningún tipo de estructura. En ese sentido, hay una voluntad de ir rellenando este vacío de poder en los próximos días y se empezará por nombrar a nuevos responsables del área deportiva, algo que viene recogido en el comunicado de la entidad.