Vuelta al cole a principios de junio. Así se pueden resumir las emociones que han vivido este lunes por la mañana los alumnos, los padres y el personal docente de les Useres al estrenar la nueva escuela del pueblo y poner fin a una situación anómala que se ha sostenido demasiado en el tiempo. Hacía 15 años que los alumnos no iban a un colegio como tal, ya que desde el 2007 han tenido que ir a clase a la Casa de la Cultura.

Conscientes, especialmente los progenitores, de lo que ha costado que el nuevo aulario del CRA Penyagolosa sea una realidad y haya abierto sus puertas en esta localidad de l'Alcalatén de 968 habitantes, la alegría se podía palpar en las caras de las familias. No en vano, aparte de la presencia de medios de comunicación, no era un día más para la comunidad educativa, puesto que los niños por fin pueden disfrutar de unas instalaciones dignas y en condiciones.

Atrás queda ya una larga década y media yendo a clase a la Casa de la Cultura, lugar en el que en el 2007 fueron trasladados los alumnos de manera provisional por unas inundaciones que sufrió el antiguo colegio. En teoría debía ser algo temporal, pero, sin embargo, los pasos se han dilatado tanto en el tiempo que demoler el antiguo centro y construir el nuevo ha llevado 15 años.

Fachada del nuevo aulario de les Useres, perteneciente al CRA Penyagolosa. Mediterráneo

Por si fuera poco, además del reducido espacio y la falta de servicios necesarios, los alumnos se tenían que desplazar para ir al recreo hasta el patio del antiguo colegio y para llegar al comedor tenían que cruzar también buena parte del pueblo.

El último paso antes de desembocar en la apertura del colegio tuvo lugar el pasado 26 de mayo, cuando el director general de Infraestructuras Educativas, Víctor Garcia, visitó la escuela para firmar el acto de ocupación. El alcalde, Jaime Martínez, adelantó entonces que la intención era trasladar allí a los alumnos antes de la finalización del curso, algo que finalmente se ha producido este lunes.

Características de la nueva escuela

El nuevo colegio, cuyo presupuesto ha ascendido a 2,8 millones de euros a través del plan Edificant de la Conselleria de Educación, cuenta con dos aulas de Infantil y tres de Primaria, y tiene una capacidad para 90 alumnos. Además, está dotado de comedor y cocina propia. También se ha construido un gimnasio con vestuarios y duchas, un aula de apoyo a la integración y una biblioteca, así como un aula de ciencias experimentales y plástica, un huerto escolar y una pista polideportiva.

El edificio se ha proyectado con planteamientos ecológicos y de sostenibilidad. Integra un sistema de recogida de aguas pluviales que se almacenarán para utilizarlas para regar tanto el huerto escolar como la zona ajardinada. Además, tiene unidades de tratamiento de aire y aerotermia para la renovación de aire de las aulas.