SOS: Al rescate de una carrasca de 400 años en un pueblo de Castellón

Esta es una historia con final feliz, aunque un punto rojo podía haber marcado la diferencia hacia el lado contrario si nadie hubiera reaccionado a tiempo, si gente anónima no hubiera puesto en marcha un movimiento ciudadano e institucional que ha revertido lo irreversible. Este es un relato del compromiso de un grupo de personas por la preservación del patrimonio de su pueblo y de la unión de fuerzas por acometer un objetivo común: salvar un árbol.

Una carrasca y las intenciones de una gran corporación han tenido en vilo a muchas personas las últimas semanas, desde que un matrimonio vecino de Caudiel descubrió que en el tronco de un singular ejemplar de quercus rotundifolia había una marca idéntica a la de otros árboles que van a ser talados dentro de los planes de limpieza de Adif del entorno de las vías del tren a su paso por el municipio para evitar que se reproduzcan los preocupantes incidentes que tuvieron lugar el pasado verano: hasta tres incendios, el último de extrema gravedad, provocados por las chispas generadas por el frenado de trenes de mercancías por la zona.

La particular carrasca vive en Caudiel desde hace unos 400 años «asentada sobre una acequia», detalla Susana Gómez, del grupo de vecinos movilizados. El árbol está en un bancal entre la vía verde Ojos Negros y «justo en el límite» del territorio perteneciente a la infraestructura ferroviaria.

Vínculo emocional

«La gente de la zona la conoce, muchas personas van a verla a menudo, en especial los vecinos», explica. Es uno de esos monumentos naturales con los que se crean vínculos emocionales y que forman parte de la identidad local, razón por la cual, cuando Susana y su marido vieron que estaba señalada «nos llevamos las manos a la cabez, se había salvado del fuego e iban a talarla». No lo iban a consentir. Los vecinos iniciaron una movilización y presentaron quejas ante Adif y ante la Generalitat.

La respuesta del Ayuntamiento de Caudiel y de la Conselleria de Medio Ambiente fue rápida. Balizaron la carrasca y empezaron a hacerse gestiones para protegerla, a la espera de lo que Adif pudiera decir. La respuesta llegó hace unos días: «Ha sido un error», dijeron. Los vecinos tienen serias dudas de que ese error no hubiera acabado en catástrofe de no haber protestado.

El consistorio ha iniciado gestiones para proteger el árbol. Y los vecinos invitan a visitarla para entender por qué lo que pudiera parecer solo un simple árbol, es de todo menos simple.