10 empresas optan a preparar los barracones del colegio Rosario Pérez en la Vall d'Uixó

El 15 de mayo, en un pleno extraordinario, aprobarán licitar la obra del nuevo colegio

Imagen del solar, al final de la calle 8 del Carbonaire, que van a adecuar para la instalación de las aulas prefabricadas.

Imagen del solar, al final de la calle 8 del Carbonaire, que van a adecuar para la instalación de las aulas prefabricadas. / Mònica Mira

El último pleno del Ayuntamiento de la Vall d’Uixó se celebrará el 15 de mayo, recién iniciada la campaña electoral. El equipo de gobierno lo convocará para aprobar el inicio del proceso de licitación de las obras de reconstrucción del CEIP Rosario Pérez, con un presupuesto que supera los 6,2 millones.

Hasta ese momento, el consistorio completará otro trámite relacionado con este proyecto, la adjudicación y contratación de los trabajos de adecuación del solar en el que se instalarán las aulas prefabricadas en las que se desarrollará la actividad educativa hasta que finalicen las obras.

La alcaldesa, Tania Baños, confirmó ayer que, una vez finalizado el plazo de inscripción de ofertas, «se han presentado 10 empresas», que aspiran a ejecutar esa intervención, que cuenta con un presupuesto de partida que ronda los 110.000 euros, asumidos por el consistorio con fondos propios.

Para Baños, este avance es muy importante, pero lo es mucho más el que tendrá lugar el próximo día 15, cuando «daremos un paso de gigante definitivo para hacer realidad la reconstrucción del colegio Rosario Pérez después de décadas de reivindicaciones».

El proyecto del centro escolar del barrio Carbonaire, el más poblado de la ciudad, se caracteriza por dos aspectos. Uno tiene que ver con las características del terreno sobre el que se construirá, en plena montaña, lo que presenta diferentes desniveles que en el diseño aprobado se salvarán, habilitando diferentes entradas y creando espacios más accesibles.

Iluminación

Otra de las prioridades establecidas tiene que ver con la construcción de un edificio que «aprovechará al máximo la luz natural», como ya explicó en marzo del 2022 la edila de Educación, Carmen García. La idea es crear patios naturales, con ausencia prácticamente total del cemento, porque la intención es que abundan las zonas verdes y con arbolado distribuidas a lo largo de toda la parcela. Las aulas serán «versátiles y polivalentes» con estancias «diáfanas de uso común». La intención es que la demolición pueda empezar en septiembre.

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