Devoción por la Volta en Carro en la Plana Baixa

Más de 20 años después, la iniciativa disfruta de buena salud y vuelve a recorrer la distancia de ida y vuelta que separa la Vilavella del conocido Santuario de la Cova Santa en Altura

La bendición de la imagen de la Virgen que acompaña a la romería, el primer paso.

La bendición de la imagen de la Virgen que acompaña a la romería, el primer paso. / Pilar V. C.

X. Ortiz

Sobre las seis del pasado sábado empezó a haber más movimiento del habitual a esas horas en la Vilavella. Ruido de cascos sobre el asfalto, de neumáticos y engranajes, y algún que otro resoplido, el de los caballos y las mulas que durante los próximos días protagonizarán un viaje de ida y vuelta hasta el Santuario de la Cova Santa, en Altura, que este año cumple 21 ediciones.

Una tradición familiar, la de los Peris de la Vilavella, está en el origen de un evento que tiene mucho de convivencia, de apego a las tradiciones y de contacto directo, incluso añoranza, por un modo de vida más pausado, donde el ritmo no lo marcaba un reloj, sino la salida y la puesta del sol y las necesidades básicas.

Una decena de carros se habían concentrado el pasado viernes en la Vilavella para hacer noche e iniciar una Volta en Carro que organiza la asociación Pujada en Carro a la Cova Santa, que en la actualidad preside Enrique Adsuara.

Una decena de carros llegará a Altura a lo largo del domingo.

Una decena de carros llegará a Altura a lo largo del domingo.

Unas 40 personas participan este año en una particular convocatoria en la que, como explica el secretario de la asociación, Antonio Badenes, aunque tiene una programación, no escatima a la hora de realizar las paradas que sean necesarias en su itinerario «por el bienestar de los animales y de las personas participantes».

La Colla de Dolçainers amenizó la despedida de los participantes en la Volta.

La Colla de Dolçainers amenizó la despedida de los participantes en la Volta.

La Vall, Alfondeguilla, Azuébar y Altura son los destinos pautados donde la hermandad se cultiva bajo las estrellas en este viaje en el tiempo hacia el pasado, a aquella época en la que humanos y animales tenían estrechas relaciones de dependencia y supervivencia.

Carreteros de la Vilavella, Nules, Burriana y la Vall d’Uixó mostrarán su devoción por usos y costumbres que no resignan a dejar en el olvido y por la Virgen. 

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