Agricultura se reúne con el comité de empresa de Cítrics de Nules para analizar el cierre y el ERE planteado

El nuevo conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, va a reunirse con el comité de empresa de la cooperativa Cítrics de Nules en una reunión de urgencia en la que analizarán la situación de la empresa. Así lo han confirmado fuentes de la conselleria desde donde han querido reaccionar de este modo a la crisis abierta tras el anuncio de la solicitud de un concurso de acreedores de extinción de la sociedad, que dejará sin trabajo a un millar de personas y que afecta a unos 400 socios, propietarios de aproximadamente 11.000 hanegadas de cítricos en plena producción.

Sobre qué asuntos hablarán y en qué sentido se plantearán nada se sabe todavía, aunque lo que sí que confirman desde Agricultura es que quieren conocer la situación que afrontan los trabajadores que se están viendo ya afectados por el ERE anunciado.

Las reacciones políticas van sucediéndose desde que el pasado martes se confirmara que ya se ha solicitado el concurso de acreedores y que el ERE para el 100% de la plantilla ya está en marcha. El alcalde, David García, afirmó que «es una muy mala noticia que afecta a muchísimas familias», a parte de suponer la desaparición de «la única cooperativa citrícola que queda en Nules».

También se ha manifestado públicamente el Partido Popular local. Su portavoz, José Adsuara, ha hablado de «final de una era» y ha reclamado reacciones al consistorio.

La producción está a salvo

Mientras tanto, la incertidumbre y la preocupación ocupa la práctica totalidad de las conversaciones en Nules. El principal temor de los cooperativistas, y que ya planteaeron en la asamblea extraordinaria, es no poder dar salida a su producción de este año. Especialistas en concursos de acreedores han asegurado a Mediterráneo que la ley que regula estas sociedades establece que la vinculación de los socios con la cooperativa depende de «una prestación recíproca», si se aprueba el procedimiento de liquidación, la empresa no podrá cumplir con su parte y, por tanto, el agricultor será libre de disponer de sus clementinas para venderlas por su cuenta. Y ahí puede estar el quid de la cuestión.

Sobre cuándo podrán verse liberados del compromiso que ahora mantienen, indican que aunque la solicitud de concurso se haya presentado el 24 de agosto, hasta el 1 de septiembre la actividad judicial es inhábil —salvo para casos por delitos graves—, por tanto, no será hasta este viernes, como pronto, que el juzgado mercantil asignado tendrá constancia de la propuesta que, tras aprobarse la solicitud --que sería lo normal--, no se activará hasta que se nombre un administrador concursal. Toda esa tramitación --en condiciones normales-- podría durar un mes, por lo que los agricultores podrían disponer de sus cítricos entre octubre y noviembre.

A efectos legales, la cooperativa está en activo y, por tanto, también las vinculaciones de los socios.

Hasta que no se nombre el administrador concursal, a efectos legales, la cooperativa está en activo y, por tanto, también las vinculaciones de los socios. El plazo mínimo de permanencia establecido en los estatutos es de cinco años, por lo que, hasta la fecha, ante las sospechas de crisis, se habían presentado peticiones de baja que habían sido denegadas. 

Preocupación por la deuda

Otra de las preocupaciones de los socios desde que se les comunicó la liquidación de la empresa es hasta qué punto tendrá que responder ante las deudas que se han confirmado y que en su montante global alcanza los 21 millones de euros. 

La Ley de Cooperativas, en su artículo 4.2 establece que la responsabilidad de los cooperativistas en estos casos «quedará limitada al importe nominal de las aportaciones al capital social», aunque también precisa que eso podría cambiar si los estatutos de fundación de la entidad establecieran «expresamente una responsabilidad «ilimitada» que, según parece, no sería el caso de Cítrics de Nules.

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De acuerdo con lo establecido por la mencionada ley, por tanto, expertos en administración concursal consultados indican que los socios afectados no deberán asumir la deuda que quede pendiente tras la liquidación, que podría rondar los 3 millones de euros.

 Las cuentas generales a 31 de julio establecían una deuda global (pasivo) de 21 millones de euros, frente a un activo que rondaría los 19 millones de euros. Del total, 14 millones se deben a entidades bancarias.